Bolsa, mercados y cotizaciones
La bolsa china cae casi un 5 por ciento, víctima de la especulación
Antonio Broto
Pekín, 31 ene (EFECOM).- Tras meses de continuo crecimiento y volúmenes de negocios que cuadruplicaban las cifras de principios de 2006, las bolsas chinas de Shanghai y Shenzhen cayeron hoy casi un 5 por ciento, víctimas de una excesiva especulación.
Se trata de la mayor caída de los índices en ocho meses, y muestra cierto agotamiento de los mercados de valores chinos (aún muy poco desarrollados para el nivel de la economía nacional) después de semanas de récords históricos.
Shanghai, el índice más importante, cayó un 4,9 por ciento y quedó en 2.786,34 puntos (la peor marca desde el 5,3 por ciento del 7 de junio de 2006), pero aún mayor fue la bajada de Shenzhen (capital tecnológica de China) que descendió un 5,8 por ciento y quedó en 7.632,94.
Entre los mayores perdedores figuraron algunos de los más destacados bancos del país, como el Minsheng Bank (que cayó un 9.28 por ciento) o el Huaxia Bank, que llegó al límite permitido de oscilación (10 por ciento).
Muchas otras compañías registraron hoy importantes pérdidas: el Banco Comercial e Industrial, uno de los cuatro "grandes del país", bajó sus acciones un 3,09 por ciento, la petrolera Sinopec un 8,77 por ciento, y la firma de telecomunicaciones China Unicom un 9,25 por ciento.
"Se está desarrollando una burbuja en el mercado de valores, y la gente está invirtiendo irracionalmente", señalaba sólo un día antes Cheng Siwei, vicepresidente de la Asamblea Nacional Popular (Legislativo).
Siempre con excesivos altibajos, y siguiendo tendencias un tanto caóticas con respecto a la economía internacional, la bolsa de Shanghai alcanzó su récord histórico el pasado 24 de enero, llegando a los 2.975,13 puntos: al día siguiente, caería un 4 por ciento, mostrando una vez más su fama de impredecible.
Los analistas, que esperaban que el índice alcanzara los 3.000 puntos este invierno y lograra mostrar síntomas de madurez, señalan ahora que es poco probable que logre esta marca a corto plazo.
La caída de la bolsa china surge en medio del optimismo que la semana pasada supuso el anuncio de que la economía nacional había crecido un 10,7 por ciento, manteniendo su rápido ritmo de las últimas décadas: noticia que tiene dos caras, ya que muestra el fracaso de Pekín en frenar ciertos sectores "recalentados".
Sectores como el inmobiliario están creciendo a un ritmo demasiado rápido para los deseos del gobierno chino, y en ciudades como Pekín y Shanghai el precio de la vivienda ha subido a tal velocidad que ya se teme incluso que sea un foco de inestabilidad social.
En Pekín, por ejemplo, los precios de la vivienda subieron un 16,4 por ciento en el tercer cuarto de 2006 con respecto al mismo periodo de 2005, mientras que el poder adquisitivo de los pequineses sólo había subido un 13,7 por ciento.
Para frenar la especulación inmobiliaria, Pekín ha prohibido esta semana nuevos préstamos bancarios para adquisición de viviendas, lo cual ha tenido, según analistas citados por la agencia oficial Xinhua, consecuencia directa en la caída de hoy.
El gobernador del Banco Popular de China (central), Zhou Xiaochuan, ya señaló recientemente que las autoridades bancarias controlarán estrictamente los precios de la vivienda, ante el boom que se registra en las grandes ciudades chinas.
Algunos analistas no ven con sorpresa la caída de hoy. Según Zhu Guozheng, consultor de Huizheng Caijing citado por la prensa oficial, la bajada era esperada después de conocerse los últimos esfuerzos de Pekín para reducir un exceso de liquidez en el mercado.
Las sorpresas en el mercado chino no parecen haber terminado hoy: los expertos opinan que largas fluctuaciones, tanto subidas como bajadas, continuarán en los próximos meses, haciendo oscilar el índice shanghainés entre los 2.400 y los 3.000 puntos.
Los mercados de valores chinos, creados hace 15 años, mantuvieron entre 2005 y 2006 una tendencia a la baja casi continua. Esa caída fue acompañada de un fuerte avance económico, por lo que los expertos consideran que la bolsa china "aún no puede ser considerada un barómetro económico".
La principal razón de esta tendencia, aseguran, es la inmadurez de las bolsas chinas, y sobre todo el hecho de que hay todavía excesivos límites en las compraventas de acciones. EFECOM
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