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Economía/Macro.- El esfuerzo inversor alcanzó en 2005 el 30% del PIB gracias al impulso de la construcción, según BBVA
La entidad aboga por la "especialización productiva" y la "orientación inversora" para incrementar la productividad en España
MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
El esfuerzo inversor en España alcanzó en 2005 el 30% del PIB, la cifra más alta de los últimos 40 años. Sin embargo, el 70% de la inversión en términos nominales se centró en los productos de construcción, mientras que el peso de la inversión en vivienda en el total ha alcanzado casi el 40%, según un estudio de la Fundación BBVA.
Este protagonismo de la construcción se ha debido al reclamo que ha supuesto para los inversores el constante incremento de los precios de la vivienda, y ha motivado que la inversión nominal no recaíga en los últimos años sobre aquellos activos con mayor valor productivo, lo que ha reducido la capacidad de crecimiento productivo de la economía española, explica la Fundación en el informe "El stock de capital en España y su distribución territorial", elaborado en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).
Sin embargo, la evolución de los precios de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) ha sido la opuesta durante los últimos años y el de los activos relacionados con la maquinaria prácticamente no han variado.
Con todo, la inversión real en nuevas tecnologías en 2005 se ha triplicado a lo largo de la última década, y ha pasado de 7.300 millones de euros en 1999 a 21.400 millones en 2005. Sin embargo, el peso de estos activos en términos nominales en stock de capital es muy pequeño dada su rápida depreciación.
Desde el punto de vista inversor, la preferencia por los activos de la construcción frente a los tecnológicos ha desembocado, a la vista de la estructura del stock de capital neto nominal, en una "marcada" perdida de peso de la maquinaria frente al incremento en el caso de las construcciones. De hecho, la vivienda ha pasado a ser el activo de mayor importancia, con casi el 50% del peso total del stock, frente al menos del 5% que representan los activos de maquinaria.
Así, los activos de construcción superan el 50% en las actividades de alto nivel tecnológico pero representan más del 70% en el caso de las actividades con nivel medio y bajo. En el caso de los activos de maquinaria y material de equipo, el peso en las actividades de nivel alto es de en torno al 35%, mientras que en los dos niveles restantes ronda el 20%.
ESPECIALIZACION PRODUCTIVA Y ORIENTACION INVERSORA.
Los servicios productivos de capital son nueve veces mayores que hace 40 años gracias a los cambios de composición del stock de capital. No obstante, el peso de éste y la inversión recaen sobre los activos de construcción, cuyo valor productivo es más reducido que el de la maquinaria o los equipos.
Así, los activos TIC representan algo más del 4% del capital neto, pero aportan cerca del 20% de los servicios productivos del capital, mientras que en el caso de los activos del sector de la construcción, representan casi el 70% del capital neto y aportan menos del 40% de los servicios productivos de capital.
Por ello, desde BBVA se precisa que para aumentar la productividad sería necesario reorientar las inversiones y avanzar en una mayor "especialización productiva", dos conceptos que, a juicio del director de investigación del Ivie, Francisco Pérez, "van de la mano".
Así, los activos más productivos deberían ganar más peso en el stock de capital una vez la especialización productiva se orientase cada vez más hacia actividades con mayor peso tecnológico.
"Aumentar las inversiones en TIC sería intensificar los factores productivos", señaló Pérez, sin embargo, abogó por realizar sólo aquellas inversiones que fuesen "aprovechables".
En este sentido, apuntó que es necesario invertir en TIC teniendo en cuenta la "capacidad efectiva" de dichas inversiones, ya que "la intensidad inversora podría ser insuficiente" en algunos casos.
EL PAPEL DE LA INVERSION PUBLICA.
La inversión pública se viene centrando desde mediados de los años 60 en los activos de la construcción, hasta el punto que estos suponían en 2005 casi el 80% del total de la inversión pública, frente a casi el 50% en el sector privado.
Sin embargo, en el caso de la maquinaria, el porcentaje en el sector público no alcanza el 20%, mientras que en el privado roza el 40%.
Así, desde la entidad financiera se apunta que la composición de la inversión privada muestra una mayor igualdad entre la maquinaria y la construcción, pese a que en los últimos años se ha impuesto esta última, mientras que en el sector público la inversión se ha concentrado casi exclusivamente en activos de construcción.
Por otro lado, la inversión privada no residencial ha crecido en todos los sectores productivos pero especialmente en el de los servicios, cuyo peso es del 60% del total. En el caso de la industria sí se invierte más en maquinaria y equipo, aunque los activos de construcción tienen un peso creciente en la última década.
CONCENTRACION DE CAPITAL EN ESPAÑA.
Las comunidades autónomas de Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana concentraban el 59% del capital neto en 2001, si bien el capital neto por habitante más alto se encontraba en Islas Baleares, Madrid, Navarra, Cataluña y La Rioja, mientras que las más perjudicas fueron Andalucía, Extremadura, Galicia, Ceuta y Melilla.
En cuanto a la importancia del capital residencial, es más elevada en territorios costeros y en Madrid. Así, mientras en Alicante alcanza el 59%, éste supera el 55% en Málaga, Girona, Islas Baleares o en la capital de España.
Si se atiende al uso de capitales TIC, éste se ve reforzado por el dinamismo económico de forma que los pesos más elevado en el capital no residencial se encuentran en Madrid, Islas Baleares, Canarias y Cataluña, y, en general, cerca de los ejes más dinámicos de España como son el valle del Ebro o el litoral Mediterráneo.
En cualquier caso, Pérez aseguró que el crecimiento de las dotaciones por habitante ha sido mayor en las regiones o provincias que partían de niveles más bajos en los últimos años, por lo que vaticinó una progresiva convergencia en capitalización entre ellas.