Bolsa, mercados y cotizaciones

Quintás: cuotas no suponen peligro para cajas pero sería absurdo imponerlas



    Madrid, 23 ene (EFECOM).- El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), Juan Ramón Quintás, no ve a las cuotas participativas como un "peligro" para la naturaleza de las cajas, si bien cree que sería "absurdo" y una "falta de respeto" imponer su emisión para incrementar la disciplina de mercado de estas entidades.

    Así lo manifiesta en una entrevista concedida a EFE para analizar el "año récord" vivido por las cajas en 2006 y los nuevos retos a los que se enfrentan estas entidades, actualmente objeto de debate por su intención de salir al extranjero y por su posible entrada en los mercados de renta variable a través de las cuotas participativas -similares a las acciones, pero sin derechos políticos-.

    En contra de la opinión de los sindicatos mayoritarios, que ven en las cuotas una puerta abierta a futuros "accionistas" y a la "privatización de las cajas", la CECA las considera como "un instrumento interesantísimo" y de "vital importancia", hasta el punto de que entiende que sin su existencia las cajas españolas podrían verse abocadas a la "desaparición", como ha ocurrido en otros países.

    Quintás, que no cree que estos títulos deban identificarse con una mayor disciplina de mercado, está convencido de que llegará el momento de estas emisiones, aunque no precisa cuándo, ya que dependerá de la estrategia y necesidades de cada entidad.

    Además, no comparte la opinión -mostrada entre otros por el ministro de Economía, Pedro Solbes, y el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez- de que las cajas deberían someterse más a la disciplina del mercado, pues entiende que ya lo hacen de modo adecuado y que "no tienen un déficit significativo" en esta materia.

    Para el presidente de la CECA, "sería absurdo" creer que las cajas deben obligatoriamente "someterse" a la valoración de los mercados de renta variable organizados y, al tiempo, una "falta de respeto a su autonomía" y la de sus gestores "poner como tarea obligatoria" la emisión de cuotas participativas.

    Existen numerosas vías de disciplina de mercado -añade- y demandar que las cajas se sometan a la bolsa "es un tópico sin sustancia" que olvida que empresas como El Corte Inglés o Ikea no cotizan y nadie duda de que estén sujetas a la disciplina de mercado.

    Además, agrega, las cajas ya se someten al examen de los inversores que les confían sus fondos y al de las agencias de calificación de riesgos, si bien admite que cuanto más exposición al mercado tenga una caja "más mostrará su excelencia".

    Mientras que más de la mitad de las cajas se muestra en contra o no se plantea por el momento la emisión de cuotas participativas, Quintás reconoce que ninguna caja ha probado todavía este instrumento porque son caras y además tienen un alto coste político, dada la "aversión" de muchos miembros de los consejos de administración a estos títulos.

    En su opinión, las cajas comenzarán a emitirlas cuando la necesidad de recursos para seguir creciendo o para salir al extranjero sea tan fuerte que sus órganos de decisión estén dispuesto a pagar ambos costes.

    De hecho, la internacionalización de las cajas podría acelerar la llegada de las cuotas, al tratarse de una vía de captación de recursos "ilimitada", frente a las de "capacidad limitada", como la deuda subordinada, las participaciones preferentes y las cédulas hipotecarias.

    Ante esta posible salida al extranjero, Quintás alaba que la actual posición del Banco de España sea "más flexible que en épocas anteriores", ya que la internacionalización es "la asignatura pendiente" de estas entidades, aunque sólo sea para dar soporte a sus clientes en un mercado globalizado.

    Además, con el fuerte crecimiento vivido por las cajas en los últimos años, lo "lógico" es salir al exterior a buscar negocio y diversificar el riesgo del actual, apunta Quintás.

    El modo en el que se producirá ese desembarco dependerá de la estrategia de negocio de cada caja, aunque es previsible que en un país limítrofe se produzca a través de la apertura de oficinas propias, mientras que en la Europa del Este o en Iberoamérica, por ejemplo, sea con la compra de un banco local, en el que luego se aplicarían los "modos" de una caja.

    En cualquier caso, las primeras salidas al exterior las protagonizarán las cajas fuertes, con robustos criterios de control de gestión, y se harán con fuertes "criterios de prudencia" como considera necesario tanto la CECA como el Banco de España.

    Quintás subrayó la necesidad de que se apliquen los mismos criterios para todo el sector financiero a la hora de autorizar una de estas operaciones, ya que hasta ahora era "irritante" saber que no se autorizaba una operación porque la entidad se llamaba caja en vez de banco.

    Por último, Quintás se congratuló de que el pasado año fuera "récord en la historia de cajas" por crecimientos, magníficos beneficios y la consecución de todos los objetivos estratégicos, al tiempo que auguró que éste "será menos alegre" aunque sin problemas serios, debido a la desaceleración hipotecaria y las previsibles subidas de tipos. EFECOM

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