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Airbus rompe su silencio y defiende con firmeza la fiabilidad de sus aviones



    Airbus salió de la actitud de reserva que mantenía desde el accidente del vuelo Río de Janeiro-París y defendió con determinación la seguridad de sus aviones, cuestionada por el uso de sondas de velocidad Pitot, en vísperas del salón aeronáutico de Le Bourget (al norte de París).

    "El A330 es uno de los mejores aviones y de los más seguros jamás construidos", afirmó el director general del fabricante aeronáutico europeo, el alemán Thomas Enders, en una entrevista publicada el viernes por el diario germano de gran tirada Bild Zeitung.

    El número dos de Airbus, el francés Fabrice Bregier, insistió en el diario regional francés La Depeche du Midi: "¡Nuestros aviones son seguros! Lo decimos nosotros, lo dice la EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea) y también lo dicen nuestros clientes". "Todos nos confirmaron su confianza en el A330. Más que la prensa, son (los clientes y usuarios) quienes mejor conocen nuestros aviones", agregó Bregier.

    Los sensores Pitot, que permiten a los pilotos conocer la velocidad del avión, comunicaron datos incoherentes en el Airbus A330 de Air France que cayó al Atlántico el 1 de junio, con 228 personas a bordo. Varios sindicatos de pilotos amenazaron con negarse a volar si no se reemplazaban estas sondas.

    Air France admitió varios incidentes en los úlimos meses sobre pérdidas de información de velocidad, especialmente con esas sondas, en los A330 y A340. Esas fallas pueden generar anomalías en serie. Los incidentes fueron "provocados por el congelamiento de las sondas, que desaparecía al cabo de unos minutos", había indicado la compañía.

    Al menos cinco incidentes vinculados a las sondas fueron registrados en 2008, según informes de pilotos de Air France, que señalaron falsos mensajes de alerta por pérdida de sustentación. Tras haber indicado cinco días después del accidente una "incoherencia en las diferentes velocidades medidas", la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), encargada de la investigación técnica, afirmó claramente el jueves que "todavía no hay ninguna relación establecida" entre las sondas Pitot y las causas del accidente.

    El director general de Air France-KLM, Pierre-Henri Gourgeon, dijo además que la compañía "no está convencida" de que las sondas sean la causa del accidente. Confirmó sin embargo que la empresa había acelerado el programa lanzado el 27 de abril para reemplazarlas por un modelo más reciente.

    Airbus había recomendado ya en septiembre de 2007 a sus clientes cambiar los antiguos modelos por uno "más eficiente", aunque consideraba como seguros los viejos sensores. "Si la investigación demuestra su ineficiencia, tomaremos todas la medidas necesarias" para modificarlos, "pero por ahora, no es el caso", subrayó Bregier.

    Desmintió formalmente la posibilidad, mencionada el jueves por el diario francés Le Figaro, de inmovilizar toda la flota de A330 que no tuviera las nuevas sondas. "Hacer creer este tipo de cosas es simplemente irresponsable", declaró. Bregier advirtió contra las conclusiones prematuras y recordó que la catástrofe de Air France era el primer accidente mortal de un A330, cuyo primer vuelo de prueba data de agosto de 1997.

    Pero este accidente no esclarecido debilita la imagen de Airbus. "Tras una catástrofe de este tipo, la más mínima información sale en portada", señaló Enders. Es probable que los anuncios de contratos firmados en el Salón Internacional de la Aeronáutica y del Espacio de Le Bourget, el mayor encuentro mundial de este sector, que se inaugura el lunes, no sean tan espectaculares como hace dos años. En 2007, los grandes del sector, Airbus y Boeing, anunciaron unas 800 órdenes de compra por importe de unos 100.000 millones de euros.