Bolsa, mercados y cotizaciones
Los mejores fondos temáticos a largo plazo son los relacionados con el medio ambiente
- Obtienen una rentabilidad anualizada a diez años superior a los fondos de bolsa europea o global
- Los fondos relacionados con el agua consiguen un rendimiento de casi el 9% en este período
Ángel Alonso
Madrid,
Los fondos temáticos se han convertido en los últimos años en los grandes protagonistas de la industria de inversión. En una momento en que el auge de la gestión pasiva hacía muy difícil a las grandes gestoras competir en rentabilidad con los fondos cotizados o indexados, surgieron numerosos productos de inversión colectiva que intentaban romper la tradicional asignación de activos en renta variable por localización geográfica, con la bolsa europea o la norteamericana como principales referentes.
En la larga década de bajos tipos de interés, el crecimiento de las firmas tecnológicas, en sus múltiples subsectores, como ciberseguridad o cloud computing (y ahora con la inteligencia artificial), se convirtió en una de las principales temáticas en la que las gestoras se fijaron para lanzar fondos especializados. El surgimiento de una mayor concienciación social sobre los problemas relacionados con el medio ambiente, como el cambio climático, también favoreció la aparición de numerosos productos que trataban de aprovechar el rendimiento de las empresas involucradas.
Pero los fondos temáticos no solo se han limitado a estas grandes cuestiones, sino que en la actualidad se pueden encontrar prácticamente vehículos de inversión relacionados con las más diversas industrias, desde los biotecnológicos, los relacionados con el envejecimiento de la población, los focalizados en una agricultura sostenible e incluso con el cuidado de las mascotas, sin olvidar los fondos centrados en el agua, desde su tratamiento hasta la construcción de las infraestructuras necesarias para su conservación y mejor aprovechamiento.
Y esta tendencia sigue creciendo, pese a que la normalización de los tipos de interés ha provocado un trasvase de los flujos netos hacia los fondos de renta fija. Según Morningstar, existen más de 2.300 fondos temáticos disponibles a la venta en España con clase en euros, que abarcan desde los denominados por este proveedor de datos y análisis como ecológicos hasta los que invierten en energías alternativas o los recursos naturales. De hecho, Morningstar cataloga de esta manera a los fondos centrados en materiales preciosos o incluso en entidades financieras y los muy específicos de infraestructuras.
Tendencia a largo plazo
Tan solo este año han visto la luz 172 fondos temáticos, aunque son 63 menos que el año pasado y 175 menos que en 2021, pero la tendencia parece imparable, sobre todo entre unos inversores que buscan cada vez más fondos especializados en determinados asuntos, como la lucha contra el cáncer en que se basa el Candriam Equities L Oncology Impact, que maneja ya 1.677 millones de euros, o los relacionados con la inteligencia artificial, una de las narrativas que más ha movido el mercado este año.
Pero, más allá del mayor interés de los partícipes por encontrar alternativas de inversión a los tradicionales fondos de renta variable genéricos y el impulso comercial de las gestoras por vender productos especializados, ¿hasta qué punto los vehículos temáticos son más rentables a largo plazo que los más tradicionales de bolsa americana, europea o global? Si se compara lo que han proporcionado los fondos de renta variable genéricos con los temáticos se comprueba que no siempre se obtiene mejores resultados, aunque se puede considerar que el interés de los inversores por este tipo de productos no siempre es obtener mejor revalorización, sino que subyace un interés por diversos problemas como el cuidado del planeta.
Si los fondos de bolsa europea proporcionan de media un 5,79% anualizado a diez años, los de bolsa global un 7,50% y los de bolsa norteamericana un 11,13%, con los fondos tecnológicos y los de salud, las dos principales temáticas de los últimos años, se gana un 9,10% y un 8,98% anualizados en este período de tiempo, teniendo en cuenta que muchas de las compañías de estos sectores son gigantes norteamericanos. Algo similar ocurre con los fondos biotecnológicos, que obtienen un 8,37% anualizado a diez años.
Mejores temáticas
¿Qué ocurre con las temáticas que se podrían considerar más ambientales? Con los fondos relacionados con el agua, el rendimiento anualizado a diez años es del 8,73% de media, y a cinco años es del 9,80%, datos que explican por qué existen hasta 60 vehículos de esta categoría disponibles a la venta en España con clase en euros, según las cifras de Morningstar, ya que resulta un tema muy fácil de comercializar para las gestoras. De hecho, el mejor fondo de esta temática, el BNP Paribas Aqua, logra un 10,59%.
Y no es el único de los fondos con mejor rendimiento a largo plazo de estas categorías ambientales que superan el doble dígito. Otro ejemplo sería el RobecoSAMSmart Energy, que proporciona un 11,05% anualizado a diez años, o el Nordea 1 Global Climate and Environment, con un 10,11%, muy por encima del 6,41% de los fondos agrupados bajo la etiqueta de ecología, según la clasificación de Morningstar.
En cambio, otras temáticas no han sido tan favorables en cuanto a rendimento para el inversor a largo plazo. Es el caso de los fondos de agricultura, que a diez años solo ofrecen un 2,67% anualizado, mientras que los fondos centrados en recursos naturales obtienen un 4,17% y los de infraestructuras, otra de las temáticas que se han puesto de moda (sobre todo con la aparición de nuevos fondos de capital privado) un 5,53% anualizado en este período de tiempo.
Estos buenos datos de rentabilidad en determinadas temáticas y en determinados fondos han atraído a numerosos inversores que querían beneficiarse de su crecimiento. Pero estos resultados a largo plazo no implican que no hayan sufrido volatilidad o que el inversor vaya a obtener todo el rendimiento acumulado si no ha estado expuesto a lo largo de todo el período. Y precisamente este efecto, el de haber entrado o salido del fondo en determinados momentos, tiene un impacto directo para el rendimiento final.
Según un reciente estudio elaborado por Morningstar, los fondos temáticos lograron una revalorización media del 7,3% anualizada a cinco años, con datos hasta junio de 2023, pero los inversores solo obtuvieron un 2,4% debido a este efecto de los flujos netos en el patrimonio.
La explicación se sencilla: el inversor se fija en un fondo atraído por su extraordinaria rentabilidad en un momento determinado y coloca su dinero, pero después dicho fondo puede sufrir un período de turbulencias que afecte a su valor liquidativo, lo que motiva la salida de este inversor o de otros que no resisten dicha volatilidad. Y justamente aquellos que no han aguantado durante todo el período, con las subidas y las bajadas del fondo, no ganarán la rentabilidad final, de ahí la brecha entre el rendimiento del fondo y el retorno real del inversor. Es lo que ocurrió con el iShares Clean Energy, en el que la brecha de rentabilidad es del 3%.
Y es que en los fondos cotizados o ETF es más fácil que se produzca este fenómeno, al utilizarse en muchas ocasiones de una manera táctica y no estratégica en las carteras.