Bolsa, mercados y cotizaciones
Los inversores pierden hasta un 27% de rentabilidad por dejarse llevar por las modas
- Un estudio de Morningstar muestra la influencia de entrar en los fondos más rentables en un determinado momento
Ángel Alonso
Madrid,
Dejarse llevar por la moda de determinadas temáticas en el mundo de la inversión, guiarse únicamente por los datos de rentabilidad a corto plazo o no esperar que las estrategias del equipo gestor maduren lo suficiente puede costarle caro al inversor. Según cuantifica Morningstar, una de las mayores firmas de análisis global de fondos, en los últimos cinco ejercicios, los que van de 2018 a junio de este año, un inversor ha perdido hasta un 27% del rendimiento total anualizado que habría obtenido de permanecer invertido todo el tiempo, teniendo en cuenta a los fondos domiciliados en Luxemburgo, el centro financiero del sector por excelencia para la distribución de los vehículos de inversión colectiva en Europa.
Esta brecha resulta del rendimiento total obtenido por los 5.509 fondos domiciliados entre el Gran Ducado en ese período y la influencia de los flujos netos de dinero, que indican sobre todo las salidas que se han producido por cualquier razón, como que después de un buen dato de rentabilidad el fondo sufra vaivenes en su valor liquidativo. Si de media han conseguido un 3,05% anualizado en el último lustro, el retorno real del inversor ha sido de 82 puntos básicos menos, lo que se traduce en una brecha del 27% sobre el rendimiento total.
Una menor revalorización que puede ser significativa para las carteras en un contexto de máxima volatilidad en un período en el que se ha vivido una pandemia,la guerra de Ucrania y la normalización de los tipos de interés.
Al analizarlo por categorías, se comprueba que los fondos y ETF de renta variable han ampliado la brecha respecto al último estudio de Morningstar, elaborado en 2019. Si entonces la diferencia entre la revalorización y el rendimiento real era de tan solo 32 puntos básicos, en el período ahora analizado la brecha se amplía hasta el 1,61%
Estos datos ponen de manifiesto la influencia que puede tener una mala decisión a la hora de desinvertir en un fondo o entrar aleccionado por la rentabilidad que está consiguiendo en un momento determinado. Y es que a la hora de seleccionar un fondo, muchos inversores se siguen fijando sobre todo en el rendimiento que está proporcionando, lo que influye en las entradas de dinero que obtienen determinados productos, sobre todo los que más destacan o los que más están más de moda, como los relacionados con algunas temáticas como las energías renovables o la inteligencia artificial. Pero si dicho fondo sufre un período de altibajos en rendimientos y el inversor se retira antes de tiempo o entra más tarde lo que hubiera sido deseable, las pérdidas aflorarán en sus carteras.
El estudio pone de ejemplo uno de los fondos cotizados que más éxito ha tenido en los últimos años gracias a la moda de las energías renovables. El iShares Global Clean Energy ETF atrajo tanto dinero por su rendimiento que en 2020 llegó a doblar su patrimonio hasta los 6.000 millones de dólares, atraídos los inversores por su espectacular 140% de revalorización ese año. Pero mientras que el rendimiento anualizado para los inversores que estuvieron dentro del fondo desde 2018 hasta junio de este año fue del 17%, para los que entraron justo en su máximo momento de rentabilidad, la pérdida fue del 3%, porque después vino un período de peores rendimientos.
Para José García-Zárate director asociado de análisis e investigación de Morningstar, el problema de los inversores sigue siendo no tener una adecuada diversificación en la cartera que permita mitigar este sesgo, y no invertir en ETF de manera especulativa.