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Rusia echa por tierra los planes de la India de internacionalizar la rupia

  • Debido a las sanciones, Moscú se vio obligado a buscar otros clientes
  • El país invasor acordó comerciar con la India en rupias
Rupias. Foto: iStock

Marta González

En los últimos tiempos, el número de gobiernos que quiere abandonar el uso del dólar estadounidense y utilizar su propia divisa o una moneda común para comerciar con otras naciones se ha incrementado considerablemente. Los dos ejemplos más claros son China y Rusia, pero no los únicos. Y es que la India también ha intentado internacionalizar la rupia para seguir comprando a Moscú sus petróleo y gas natural con descuentos. Sin embargo, no está obteniendo los resultados deseados.

Cuando las naciones occidentales empezaron a imponer sanciones a los combustibles fósiles de Rusia -su principal fuente de ingresos-, Moscú se vio obligado a buscar sustitutos para sus clientes habituales y ahí entró en escena la India. La nación asiática ya importaba productos rusos antes de que estallase el conflicto armado, pero nada comparado con los volúmenes actuales: en tan solo cuatro meses, el petróleo de los Urales pasó de representar el 1% de las compras indias a rondar el 18% y, ahora, adquiere más de un millón de barriles diarios de crudo. Además, Rusia tuvo que buscar métodos de pago alternativos para comerciar cuando le prohibieron el acceso a SWIFT, la red utilizada en todo el mundo para liquidar pagos.

Como consecuencia, al llegar el momento de firmar el acuerdo comercial entre ambas naciones, la India presionó para que las transacciones se hiciesen en rupias, su divisa oficial. Rusia aceptó, dado que no tenía muchas más opciones, una decisión que le está acarreando muchos problemas. Mientras que las compras por parte de Nueva Delhi se han incrementado considerablemente en el último año -pasando de pagar 866 millones de dólares a Moscú a 2.768 millones en febrero de 2023-, las del país invasor han sido casi 15 veces inferiores, según datos del Ministerio de Comercio indio. Esto ha provocado un importante déficit comercial por el lado indio y la acumulación de "miles de millones de rupias en bancos indios" que Rusia no puede utilizar debido a las sanciones internacionales, ha señalado recientemente el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov. De mantener el acuerdo, las reservas de rupias de Rusia podrían ascender 3.284.000 millones (más de 40.000 millones de dólares) al año, según publica Reuters.

A esto se suma, además, la predilección del país invasor por la moneda oficial de China, el yuan. Y es que el comercio entre ambas naciones creció más que el de Rusia con la India el año pasado. En concreto, alcanzó la cifra récord de 190.000 millones de dólares y los pagos de importaciones rusas con la divisa china pasaron en 2022 del 4% al 23%, siendo las transacciones rublo-yuan superiores a aquellas en las que intervienen el dólar estadounidense y la moneda rusa, según The Guardian.

Por todo ello, Rusia ha empezado a dudar del acuerdo y su apuesta por la moneda india. "No queremos impulsar más la liquidación en rupias, ese mecanismo no funciona", aseguran fuentes gubernamentales anónimas a la agencia. Para los importadores de petróleo ruso de la India, este giro en la postura del país invasor pone fin a sus esperanzas de reducir los costes de conversión de divisas.

"China no podrá reemplazar al dólar con el yuan"

Así lo cree Carlos Casanova, el economista jefe para Asia del banco suizo UBP. Desde su punto de vista, es cierto que China ha impulsado mucho el tema de la internacionalización del yuan en los últimos años y también que el comercio en su moneda oficial forma parte de esa estratégica, pero esto no va a bastar para acelerar el ataque al dólar.

El primer motivo es que la diferencia entre ambos países es demasiado grande. La economía China es en torno al 20% del PIB mundial y, en términos comerciales, representa el 17%. Pese a esto, el uso del yuan en transacciones comerciales internacionales, según SWIFT, es de solo del 1,7%, su empleo como divisa de reserva está en torno al 3%, mientras que el del dólar es del 60%, detalla el economista.

Para poder reemplazar al dólar tiene que pasar muchísimo tiempo, y tiene que ser una moneda libremente convertible. Para que esto suceda, China tiene que abrir su cuenta de capital y, para hacer eso sin caer en la trampa de la fuga de capitales, tiene que reestructurar toda su deuda doméstica, lo cual está haciendo, pero es un proceso que durará décadas.

Liberalizar su tipo de cambio tampoco es una opción, ya que el Gobierno de Pekín tendría que llevar a cabo una reestructuración de toda la deuda doméstica y la fuga de capitales sería tan grande que habría una crisis financiera mundial. En su opinión, esto no es factible para el Partido Comunista, dado que su principal objetivo es estabilidad y tiene una visión de largo plazo. "Reemplazar al dólar, creo que no pasará nunca", sostiene Casanova. Pero sí que considera que "veremos más acuerdos bilaterales como los que ha cerrado con Arabia Saudí o con Brasil".