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'Profetas': Identificar 'consejos' eficaces de los analistas

  • esta actividad desempeña un papel importante en la fijación del precio de las acciones
  • Ha aumentado la velocidad con la que los precios de las acciones incorporan las predicciones
  • Qué hacer hoy si invierte con Ecotrader

Reda Jürg Messikh

La información que proporcionan los analistas financieros de valores bursátiles del lado de la venta de los bancos de inversión, agentes y creadores de mercado, como las previsiones de beneficios, revisiones de precios objetivo y recomendaciones de compra y venta, han sido durante mucho tiempo un elemento importante a tener en cuenta en los modelos de inversión cuantitativa.

Para producir sus pronósticos, estos analistas examinan los beneficios de la compañía y tratan con su equipo de dirección. De hecho, esta actividad desempeña un papel importante en la fijación del precio de las acciones. Efectivamente, los gestores de inversiones cuantitativas utilizan estas recomendaciones desde hace décadas, comprando acciones en mejora y vendiendo las que se rebajan de calificación.

Pero el consejo de aquellos que algunos llaman profetas se ha vuelto menos eficaz. Nuestro análisis de 24 años (The Predictive Power of Analysts and Their Impact on Prices, 1994-2020), muestra que el efecto inmediato de un cambio de la recomendación respecto al precio de las acciones, desde el día anterior a dicho anuncio hasta el día siguiente, ha sido mayor en los últimos ocho años que en períodos similares anteriores. Se debe a que ha aumentado la velocidad con la que los precios de las acciones incorporan estas predicciones, tanto que la información se vuelve casi obsoleta en cuestión de días tras hacerse pública. Aunque las recomendaciones de los analistas proporcionan información valiosa, los inversores lo han asumido y los mercados se han vuelto más eficientes.

El resultado es que actualmente, aunque las recomendaciones sigan siendo de interés para los inversores, hay que actuar más rápidamente, idealmente en cuestión de días. De manera que, tras costes por operar, apenas son rentables para las estrategias de inversión sistemática, que tratan de aprovechar tales recomendaciones, incluso antes de considerar los gastos de los fondos. Efectivamente, pueden ser poco útiles para estrategias de inversión de más largo plazo con menor rotación de los valores en cartera, al menos respecto a los principales mercados de renta variable, como EEUU, pues generalmente evitan operar con señales de corto plazo, en parte para limitar los costes de negociación con tales valores.

De todas formas, nuestra investigación, muestra que seguir a determinados analistas puede mejorar el resultado de las inversiones, pues sus recomendaciones tienden a producir un mayor impacto en los precios de las acciones y este a ser más duradero. Así que incluso los inversores de largo plazo pueden aprovecharlo. Efectivamente, tales previsiones pueden contener información y la cuestión es distinguir la señal del ruido.

Para ello en nuestra investigación dividimos los analistas en diez grupos. Los hallazgos muestran que los analistas que históricamente tuvieron mayor impacto en los precios de las acciones tras su recomendación continuaron teniéndolo en el momento de un nuevo anuncio, aunque las rentabilidades promedio tras dos meses son similares para todos los analistas. El caso es que hemos identificado dos grupos de analistas, buenos y subestimados. Las recomendaciones de los buenos tienen impacto en el precio de la acción entre el cierre del día anterior y el día posterior a su recomendación. Pero lo importante es que las recomendaciones de los analistas subestimados pueden afectar al precio de las acciones durante un período posterior de dos meses. En estos casos los movimientos en las acciones tras sus recomendaciones son aproximadamente dos veces mayores que los de los analistas débiles.

De manera que incorporar estos datos y utilizar este tipo específico de información permite implementar eficazmente el reequilibrado de la cartera y maximizar el potencial de rentabilidad de cada posición. Es el caso nuestra estrategia de inversión basada en cuatro indicadores relativamente lentos: rentabilidad persistente, prudencia respecto a riesgos operativos y financieros, precio atractivo y baja volatilidad de las acciones. Efectivamente, valor, momento y calidad, pueden considerarse señales lentas. Así, si una acción muestra calidad, lo más probable es que siga siendo así en los próximos meses. Al respecto, reevaluamos mensualmente cada empresa en este marco. Pero las recomendaciones de los analistas son señales mucho más rápidas, de memoria más corta. Afortunadamente, además de indicadores técnicos y movimientos de precios a corto plazo, incorporar las previsiones de los analistas más eficaces nos facilita identificar el punto óptimo de entrada y salida, incluso con un mes con antelación.