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Apple vuelve a conseguirlo: el iPhone dispara su beneficio, pero los Mac pierden fuelle

    Sede de Apple en Cupertino, California. <i>Foto: Bloomberg</i>.


    Había mucha expectación por los resultados de Apple en su primer trimestre sin Steve Jobs al mando por culpa de su enfermedad (algún medio americano había titulado con el juego de palabras "First Jobless Quarter"). Pues no se notó. La empresa cumplió con la inveterada tradición de batir las expectativas, tanto las de los analistas como las suyas propias (que, tradicionalmente también, son muy bajas) y de subir en el after hours.

    En efecto, la compañía de la manzana logró un crecimiento del 15% en su beneficio neto (que es muchísimo con la que está cayendo en la economía mundial) hasta 1.210 millones, 1,33 dólares por acción. Una cifra muy superior a los 1,09 dólares que esperaba el consenso de analistas. En cuanto a las ventas, se duplicaron (¡duplicaron!) en el trimestre hasta 8.200 millones, también por encima de las previsiones.

    Detrás de estas cifras espectaculares está el éxito del iPhone, mucho mayor todavía de lo que se esperaba: Apple (AAPL.NQ) vendió 3,79 millones de unidades de su teléfono, y AT&T anunció que activó 1,6 millones de aparatos, sólo en EEUU.

    Ahora bien, no todo es tan maravilloso. La cara oscura de los resultados fueron los ordenadores Mac, que después de un impresionante crecimiento en los últimos años -se han metido entre las primeras marcas de ordenadores por cuota de mercado- muestran signos de agotamiento. Sus ventas bajaron un 3% en el trimestre, la primera caída en cinco años.

    Algo que probablemente se explica por la falta de nuevos modelos rompedores (como el Mac Air), el envejecimiento de las líneas de sobremesa y de portátiles básicos, o el lanzamiento por parte de sus competidores de ordenadores diseñados para competir directamente con los Mac (el último en hacerlo ha sido Dell). Aparte, claro está, de que la crisis ha llevado a los consumidores hacia productos más baratos, mientras que Apple ha mantenido sus precios.

    Claro que eso tiene su compensación: los márgenes de Apple en el negocio de ordenadores se situaron en el 36,4% frente al 20% de media de sus principales competidores, que sí han bajado los precios en torno a un 20% también en los últimos tres meses.

    En todo caso, se vendieron 2,2 millones de Macs en el trimestre, lo que no está nada mal. Y el que nunca falla es el iPod, el mítico reproductor musical que marcó el inicio de la resurrección de Apple, cuyas ventas crecieron el 3% en el primer trimestre.

    Como es habitual, Apple dio unas previsiones muy conservadoras para el trimestre en curso: ingresos entre 7.700 y 7.900 millones (el consenso espera 8.300) y beneficios entre 0,95 y 1 dólar por acción (1,12 dólares según los analistas).

    Preguntas en el aire

    Más allá de estas cuentas, se plantean dos preguntas. La primera es si Apple será capaz de seguir esquivando la crisis en el futuro pese a que su negocio es puramente de consumo. La respuesta dependerá de las tendencias del mercado y de su capacidad de seguir innovando y lanzando productos atractivos. A lo cual hay que unir la cuestión del liderazgo, que volverá al primer plano cuando se cumplan los seis meses de baja anunciada de Jobs (va por el cuarto).

    La segunda pregunta es si se puede tomar a Apple como un referente de la mejora de la tecnología. Ya hemos dicho aquí que el mercado se fija ahora en el Nasdaq como termómetro de la recuperación, y las buenas noticias de Apple, junto a las de Google (GOOG.NQ) la semana pasada, parecen confirmar que ésta ha comenzado. Ahora bien, se trata de empresas líderes y con un negocio especial no comparable con ninguna otra empresa. Por tanto, habrá que esperar a las compañías más estándar para confirmar estas vibraciones. Hoy tendremos una buena piedra de toque con Microsoft.