Bolsa, mercados y cotizaciones

El crédito corporativo ya recompensa a los inversores conservadores


    Ángel Alonso
    Madrid,

    El primer semestre de 2022 va a ser recordado como el peor de toda la historia de la renta fija, con caídas del 14% en el índice agregado de deuda global de Bloomberg. El cambio de política de los bancos centrales subiendo tipos de interés (esta semana será el BCE quien lo concrete) para contener la inflación ha propiciado un repunte de la rentabilidad de los bonos gubernamentales -lo que a su vez ha provocado una caída de su precio, al moverse en sentido inverso--, afectando a toda la cadena de activos de renta fija. Esto ha permitido que las nuevas emisiones de papel corporativo se hayan presentado con mejores condiciones de rentabilidad, lo que no deja de ser la normalización del dopaje de los últimos años, alimentado por las compras de los bancos centrales.

    En el caso de los fondos españoles de renta fija se ha traducido en un recorte de las pérdidas en el año. Si en el primer semestre habían llegado al 5,57% de media, ahora se encuentran en el 4,84%, según los datos de Morningstar a 12 de julio, teniendo en cuenta exclusivamente aquellos productos que invierten en crédito corporativo (ver gráfico). Aquellos gestores que han sabido mantener un nivel suficiente de liquidez en sus fondos y reducir la duración de las carteras han podido aprovechar esta ventaja.

    Emilio Ortiz, director de inversiones de Mutuactivos, lo ejemplifica con el rendimiento de uno sus productos estrella, el Mutuafondo, que ha pasado de tener una TIR del 1% a finales de 2021 al 4% en la actualidad. "Dado que el ajuste en valoraciones ha sido generalizado y que el escenario macroeconómico a corto plazo es bastante incierto, creemos que es el momento de apostar por la diversificación. Pero no hace falta asumir grandes riesgos para conseguir rentabilidades atractivas, incluso en términos reales, ajustando por la expectativa de inflación. Nos siguen gustando los híbridos corporativos emitidos por compañías sólidas. Creemos que la penalización ha sido excesiva y que, en general, ofrecen bastante valor. Un sector interesante es el de las compañías inmobiliarias. Creemos que las compañías de mayor calidad no van a tener problemas crediticios y que sus bonos ofrecen una buena oportunidad de inversión", explica el experto.

    Mercado atractivo

    "La verdad es que con la nueva situación de los tipos de interés descontando subidas importantes por parte del BCE nos encontramos con un mercado de renta fija muy atractivo. Por primera vez en muchos años se puede comprar papel con calidad crediticia muy alta a tipos positivos, con rentabilidades superiores al 1%", explica Ascensión Gómez, directora de renta fija en Trea AM, quien señala su preferencia por los bonos con calidad crediticia investment grade frente a high yield, "aunque creemos que algunos bonos de este tipo están especialmente penalizados", puntualiza.

    Rafael Valera, consejero delegado y gestor de Buy & Hold, también asegura que cada vez hay "más opciones atractivas entre emisores con grado de inversión, pero el segmento donde actualmente vemos más oportunidades es el crédito corporativo, especialmente el high yield europeo. "Actualmente, nuestra cartera en B&H Renta Fija alcanza una yield media que supera el 12%. Algunos de los últimos movimientos han sido las incorporaciones de bonos de Jaguar Land Rover (vencimiento en 2026) con un 10% de rentabilidad y de Grupo Antolín (vencimiento 2028) también por encima del 10%. Entre las posiciones más destacadas hay dos emisiones investment grade de Wizz Air con vencimientos en 2024 y 2026, rentabilidades superiores al 5,5%. También destaca una emisión de IAG con vencimiento en 2029 y una rentabilidad de más del 10%", explica.

    Otra gestora que también está apostando por el high yield es Ábaco Capital, aunque Ángel Ortiz, analista y gestor de la firma, señala que están muy enfocados en la selección de crédito corporativo de calidad con duraciones cortas. "En cuanto a las emisiones en las que estamos viendo más oportunidades son créditos como los financieros, en los que estamos encontrado bonos Tier-1 con posibilidades de recompra y que tienen un buen cambio en el caso de no ser recomprados. En geografías emergentes estamos encontrando emisiones en industrias estables, con poco riesgo de duración y que están pagando un nivel alto. En nuestras carteras tenemos emisiones como Gestamp (vencimiento en 2026) al 3,25% y los bonos AT1 del Santander, cuya call puede ser ejercida en diciembre de 2024 y, si no se ejerce, pasaría a pagar mid swap + 594 puntos básicos", afirma.

    Ignacio Fuertes, director de inversiones de Miraltabank, explica por qué les gustan los híbridos corporativos en euros. "Se han deteriorado significativamente más que las propias acciones de los emisores, ofrecen oportunidades y rentabilidades muy interesantes. Primero por ofrecer una mayor rentabilidad que el dividendo de la acción, y además por encontrarse un escalón por encima en la escala de subordinación. Además, el ofrecer una estructura de cupones fijos/flotantes, es decir, que te paga un tipo de interés fijo durante unos años, y luego pasa a variable (de euribor más un diferencial elevado) los hace ideales para afrontar un posible entorno de subidas. Las rentabilidades en este tipo de emisores superan el 6% en algunos casos, a pesar de ser bonos grado de inversión, como es el caso de la petrolera Eni", señala.