Bolsa, mercados y cotizaciones

Muchos rumores, poco movimiento



    Virginia Zafra

    Madrid, 14 dic (EFECOM).- Las entidades financieras españolas terminarán en pocos días el que bien puede considerarse "el año de los rumores", en el que cualquier compra o fusión parecía posible y hasta lógica, desde la unión del Sabadell y Bankinter, hasta la absorción del BBVA por el Santander.

    El tornado de rumores que se desató en el sector financiero español llegó a tal nivel que el Santander se vio obligado a saltar a la palestra, para desmentir de forma categórica que fuera a desprenderse de Banesto, para después comprar el BBVA.

    Por suerte, estos y otros rumores -que nunca se materializaron- sirvieron para empujar las cotizaciones bursátiles de las entidades implicadas, pero no influyeron de forma negativa en la evolución del sector, que sigue cosechando resultados récord y que podría terminar el año con más de 25.000 millones de euros de beneficios, después de haber ganado cerca de 19.300 millones en los nueve primeros meses.

    Las plusvalías por la venta de participaciones -sobre todo en el caso del BBVA y La Caixa- volvió de nuevo a ser un gran empuje para las cuentas de las entidades financieras, aunque también lo fue el auge crediticio -las hipotecas desaceleran, pero siguen dando mucho juego-, la contención de costes y la aportación de las filiales extranjeras de los grandes.

    Las entidades mantuvieron su ritmo, sin que los rumores llegaran a buen término, aunque algunos de los principales actores cambiaron.

    Sin ir más lejos, en enero dejaba su puesto quien hasta entonces lideraba los movimientos económicos mundiales desde la Reserva Federal, el "maestro" Alan Greenspan, que ya se ha convertido en toda una leyenda.

    En España, Jaime Caruana dejó paso a Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente del Banco de España; José Luis Leal hizo lo propio con Miguel Martín, en la patronal de banca (AEB); José García Cantera sustituyó a Federico Outón como consejero delegado de Banesto, y Javier Valls dejó la presidencia del Popular en manos de Angel Ron.

    El nombramiento de Fernández Ordoñez como gobernador del Banco de España estuvo acompañado de una gran polémica, por su carácter "marcadamente político", aunque pasados unos meses desde su llegada al puesto, ya nadie le echa en cara su pasado.

    Tras tanta controversia, el nuevo gobernador se comprometió en su discurso de investidura a mantener la independencia de la institución, cuya autonomía, dijo, es "necesaria" e "inexcusable", si quiere cumplir adecuadamente sus fines.

    También Miguel Martín -antiguo subgobernador del Banco de España- llegó a la AEB con ganas de paz, y en su primera intervención pública, tendió una mano a sus "amigas" las cajas de ahorros, para colaborar conjuntamente en buscar un sistema financiero "indivisible" y "cada vez mejor y más eficiente".

    No duró mucho la "paz", porque pocos meses después, las cajas de ahorros lanzaron una campaña publicitaria sobre su obra social -con anuncio en televisión incluido-, con el lema "nuestras acciones cotizan en la vida", que disgustó mucho a los bancos, porque la consideraron un ataque a su actividad y a su forma de actuar.

    Cuando todavía quedaban rescoldos de ese debate, las cajas lanzaron un nuevo órdago.

    La Caixa decidió sacar a bolsa su grupo de participaciones empresariales y dejó entrever que los ingresos podría dedicarlos a adquirir un banco en el extranjero.

    Ese aviso sirvió a muchas otras cajas, como Caja Madrid, para anunciar su intención de saltar fronteras o, simplemente, para defender su derecho a hacerlo, lo que llevó al gobernador del Banco de España a explicar que estudiará "caso a caso" y con "cuidado" las operaciones que le planteen, siempre que haya en el sector avances en disciplina de mercado.

    Las cajas han decidido salir al exterior, porque el organismo supervisor no les deja comprar bancos en España y sus posibilidades de crecimiento se quedan limitadas a seguir rentabilizando las ansias crediticias de empresas, familias y Administraciones Públicas, cuyas deudas superan ya los dos billones de euros.

    Sólo las hipotecas de los hogares se elevan a 550.000 millones de euros, tras crecer un 21,9 por ciento en un año en el que los tipos de interés han subido cinco veces, y el Euribor, el principal indicador para calcular el precio de estos préstamos, se ha acercado peligrosamente hasta el 4 por ciento, frente al 2,783 por ciento del cierre de 2005.

    Para tranquilidad de los hipotecados, el Gobierno está tramitando la reforma de la Ley Hipotecaria, que puede ayudar a los más ahogados con las subidas de tipos.

    Además de este cambio normativo, las entidades tendrán que enfrentarse el próximo año a la llegada de la directiva de Mercados de Instrumentos Financieros (MIFID), a la inminente aplicación de Basilea II, y a las negociaciones de los convenios laborales de bancos y cajas.

    Pero eso no será lo más llamativo, si finalmente se cumplen algunos de los rumores que tanto se han cacareado el último año.

    No olvidemos que el BBVA podría buscar comprar en Europa, que el Santander hace año y medio que no hace una gran compra, y que La Caixa puede encontrarse con 8.000 millones de euros para gastar. EFECOM

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