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Paco Vallejo, el ajedrecista español que se mide a Kaspárov y Carlsen

  • "Siempre hay retos, pero por desgracia ser Campeón del Mundo va a ser complicado"
  • "Considero al resto de ajedrecistas rivales y por tanto lo último que quiero es idolatrarlos"
Paco Vallejo, Gran Maestro Internacional y jugador del MyInvestor Stadium Casablanca. Foto: David Llada.

Xavier Martínez-Galiana

Es el mejor jugador que ha dado este país -está entre los 35 primeros del mundo-, y tras una vida pegada al tablero, el Gran Maestro Internacional aún quiere más.

Rusia ha dado grandes jugadores de ajedrez, como los históricos Anatoli Karpov y Garri Kaspárov o los actuales Yan Nepómniashchi y Serguéi Kariakin, pero el tablero geopolítico mundial está tan agitado últimamente que hasta la Olimpiada de Ajedrez que se iba a celebrar en Moscú en julio ha tenido que moverse a la ciudad india de Chennai. Si nada lo impide, es probable que hasta allí acuda el español Paco Vallejo, uno de los mejores ajedrecistas del mundo.

Nacido en Menorca, en 1982, ocupa el puesto número 33 en la clasificación de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), con una puntuación de 2.704 en abril de este año. Para situarnos, Magnus Carlsen, número uno del mundo, acumula 2.864 puntos.

Para enfrentarse a los adversarios, Vallejo recalca las cualidades que distinguen a los mejores jugadores de ajedrez: "Buena lógica, capacidad de aprendizaje, concentración, ansia de victoria"

Vallejo, Gran Maestro Internacional, se ha mantenido entre los 50 mejores jugadores del planeta durante los últimos 20 años. Tras conseguir los objetivos que se había marcado en el Paterna, cuenta que se sintió "liberado" para aceptar la nueva propuesta a largo plazo que le planteó MyInvestor Stadium Casablanca, el club zaragozano patrocinado por el neobanco MyInvestor al que se incorporó en enero por tres temporadas.

Su vida ha estado vinculada al ajedrez desde niño. ¿Cuáles son sus primeros recuerdos de este deporte?, le pregunto. "Diría que ver a mis hermanos jugar con un pequeño tablero en Menorca, y a mi abuelo y a mi padre jugar entre ellos en Málaga", responde. Los éxitos llegaron pronto. A los 10 años logró su primer reconocimiento internacional, como subcampeón mundial en la categoría sub-10, en Milwaukee (Estados Unidos); y a los 16 años fue nombrado Gran Maestro, conviertiéndose en el español más joven que ha recibido esta distinción.

Después llegó la vida adulta. Terminó la Selectividad y decidió estudiar Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en Barcelona. "Pero en ese momento gané el Mundial sub-18 [Oropesa del Mar, año 2000], y estuve demasiado ocupado para continuar con la carrera", cuenta a elEconomista. En conjunto, a sus casi 40 años, el palmarés es amplio: "seis veces campeón de España, dos veces subcampeón del mundo sub-10 y sub-12, Medalla de Oro, Plata y Bronce en campeonatos mundiales y europeos en numerosas ocasiones", relatan desde MyInvestor.

Ahora mismo, Vallejo no tiene una residencia fija: "La verdad que aún no estoy muy estable, sigo viajando mucho por el mundo y los últimos años los he pasado sobre todo en Tanzania, Costa Rica y Panamá". Aunque admite que ha tenido varios entrenadores, asegura que, como apenas hay torneos, intenta mantenerse en forma por sí mismo, colaborando de vez en cuando con otros jugadores.

"David Antón y Jaime Santos Latasa son las grandes esperanzas porque son jóvenes y juegan muy bien, pero honestamente es muy complicado que lleguen a Campeón del Mundo"

De sus palabras se desprende que para ser un campeón no hay artificios, solo esfuerzo: "Entiendo que uno tiene unas cualidades innatas mejores o peores, pero a partir de ahí, hay que trabajarlas". Esto tiene que ver con el punto de inflexión que experimentó en su carrera como jugador. "Destacaría el momento en que dejé de poner excusas. En realidad, a nadie le interesa si dormiste bien o estás cansado", afirma.

Algo en lo que no piensan sus adversarios. "Diría que Ponomariov, Kaspárov y Carlsen son los que más me han costado", recuerda. De gente como ellos valora que "han combinado un gran talento con una gran capacidad de trabajo y sacrificio -para ser el mejor en algo, hay que sacrificar cosas-", pero no muestra admiración por ninguno. "Considero al resto de ajedrecistas rivales, y por tanto lo último que quiero es idolatrarlos".

Para enfrentarse a los adversarios, Vallejo recalca las cualidades que distinguen a los mejores jugadores de ajedrez: "Buena lógica, capacidad de aprendizaje, concentración, ansia de victoria". Pero en el fragor de la batalla, en esas partidas que pueden durar hasta cinco horas, lo que ayuda es "valorar la situación con frialdad, sin dejar que los sentimientos empañen tu visión objetiva".

En el fondo, parece que tampoco hay una fórmula mágica. "No existe un movimiento que siempre funcione -subraya el Gran Maestro-. De hecho, es importante tener buena cintura para sorprender en la medida de lo posible a tu rival". Hay otro factor fundamental que entra en juego: la intuición. "Y cuanto más rápida sea la partida, más importante se vuelve".

A estas alturas de la vida, ¿qué le haría ilusión conseguir a Paco Vallejo? "Siempre hay retos, aunque creo que por desgracia ser Campeón del Mundo va a ser complicado", confiesa. "A nivel por equipos estaría muy satisfecho con una medalla con España en una Olimpiada en lo colectivo y ganar el Campeonato de España con mi nuevo club, el MyInvestor Casablanca", añade.

Si él no lo consiguiese, cree que David Antón y Jaime Santos Latasa podrían darle muchas alegrías al ajedrez español en el futuro. "Son las grandes esperanzas porque son jóvenes y juegan muy bien, pero honestamente es muy complicado que lleguen a Campeón del Mundo". La competencia ahí fuera está muy preparada, pero la realidad es que es difícil vivir del ajedrez. "Es posible -concede Vallejo-, pero, sinceramente, a día de hoy cada día es más complicado si no lo compaginas con otras actividades que no sean solamente jugar".