Bolsa, mercados y cotizaciones
¿Exporta o invierte en dólares? Descubra cómo protegerse con CFD
Dígame que desea de un producto... y le diré cómo puede utilizarlo. Igual que muchos recurren a los planes de pensiones sólo para optimizar la factura impositiva y otros usan los fondos monetarios como una reserva de liquidez sin peaje fiscal a la espera de tener claro dónde invertir, los contratos por diferencias (CFD) son útiles más allá que para aprovechar los movimientos, al alza o la baja, de su subyacente, sea un acción, un índice o un producto derivado.
Por ejemplo, son un producto al que pueden recurrir quienes quieran fabricarse su propio seguro de tipo de cambio.
El caso más obvio es, por ejemplo, el de un inversor que cuente con una cartera de acciones norteamericanas, que cotizan en dólares. El año pasado la evolución del tipo de cambio euro/ dólar habría sido favorable para él, ya que el billete verde registró una importante apreciación frente al euro. Pero el contexto ha cambiado.
Con unos tipos de interés que rozan el cero por ciento en Estados Unidos, mientras que en la zona euro se mantienen en el 1,25%, la situación ha virado en el último mes y la moneda de la Unión Europea se ha vigorizado; estropeando la rentabilidad en euros de una cartera de acciones americana, ya que si se deshacen posiciones, se percibirán menos euros por cada dólar que reciba de las acciones. Siempre, claro, que no se realice una cobertura. "El objetivo de esta operativa no es ganar dinero, sino impedir pérdidas", explica Miguel Freijo, desde IG Markets.
Este experto añade que cubrirse contra la evolución del tipo de cambio -con un contrato es suficiente para bloquear las pérdidas que por divisa se pueda sufrir en una cartera de 100.000 dólares- es útil, a su vez, para aquellos empresarios que cobren pagos, por ejemplo, de mercancías en dólares. Con una operativa en contratos por diferencias se asegurará que los ingresos en euros que usted pretende obtener al cobrar un pedido no se vean mermados por los caprichos del mercado de divisas desde que emite la factura hasta que ésta se cobra.
La operativa para un inversor que quiera cubrir una cartera o para el empresario que busque que sus ingresos no se vean mermados es exactamente la misma. Lo que debería realizar es posicionarse alcista con el euro frente al dólar-gana cuando la divisa europea se aprecia-. Con ello, se protegería ante hipotéticas desvalorizaciones del dólar, ya que aunque el conjunto de su inversión en acciones en billetes verdes valiera menos, esas pérdidas las compensaría con lo que estaría ganando con el contrato por diferencias.
El mismo ejemplo es válido para el empresario que se quisiera asegurar de que un pedido, una vez transformado a euros, suponga un ingreso menor al previsto. Evidentemente, en el caso de que finalmente el dólar se apreciara, la operativa abierta en contratos por diferencias incurriría en pérdidas, pero las compensaría con las ganancias vía divisa de las acciones en dólares o del contrato. En este caso, también quedarían anuladas unas con las otras, con lo cual no se aprovecharía el tipo de cambio más ventajoso.
La gama de contratos por diferencias sobre el tipo de cambio es doble. El normal, cubre 100.000 dólares; el mini, 10.000. El coste, en comisiones, de abrir el primero es de 20 dólares, en tanto que el segundo es de tan sólo dos dólares (a éstos habrá que añadir algunos por financiación).
Las garantías que se deben depositar para que le permitan abrir un contrato normal son 2.000 euros y 200 euros en el caso de un mini.