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El interés de la deuda basura china se dispara a máximos de 2013

  • Los bonos 'high yield' del país sufren el efecto contagio
  • Las inmobiliarias chinas están sufriendo bajadas de 'rating' al mayor ritmo en 5 años
Foto: iStock

Daniel Yebra

El interés de la deuda basura de China en dólares se ha disparado en los últimos días hasta máximos de 2013, a cerca del 18%, como consecuencia del efecto contagio por los problemas del sector inmobiliario para afrontar sus compromisos, con Evergrande como principal foco de incertidumbre por ser la compañía más grande y con más deuda entre las principales implicadas.

Solo en octubre, la inmobiliaria Fantasia ha impagado el bono que le vencía el día 4, Evergrande el cupón del día 11, Modern Land ha pedido un aplazamiento de tres meses para un bono también del 11, Xinyuan ha anunciado que solo devolverá un 5% del total que tenía comprometido para el 15 y Sinic que impagará el 18.

La mayoría de analistas insiste en descartar el riesgo sistémico, aunque la tensión aumenta. El peso del sector inmobiliario en el PIB chino alcanza el 25%, más de lo que representaba para España o Irlanda antes de la crisis de 2008.

"El mercado inmobiliario representa un porcentaje muy elevado del PIB como para que los dirigentes de China permitan que se produzcan grandes daños y se corra el riesgo de desencadenar una desaceleración más grave", advierte Jaime Raga, responsable de relación con clientes de UBS AM Iberia.

Además, las viviendas son, de lejos, el vehículo de ahorro más importante en una economía donde los controles de capital restringen la capacidad de los ciudadanos de invertir en el exterior.

De momento, la cadena de consecuencias es, de hecho, muy reconocible. A la subida de los intereses, en primer lugar y con mayor verticalidad en los bonos que no consiguen el grado de inversión, se suman precisamente el deterioro de los rating de la agencias de calificación.

Según calcula Bloomberg, los promotores inmobiliarios chinos están sufriendo rebajas de calificación crediticia al ritmo más rápido en cinco años, "ya que la reciente caída en las ventas de viviendas nuevas se suma a las preocupaciones sobre los problemas de deuda del sector", resume el equipo de analistas de la agencia de información económica.

Moody's, Fitch Ratings y S&P recortaron el rating de inmobiliarias chinas 91 veces hasta el 30 de septiembre, el triple respecto a las mejoras desde que comenzó 2021.

Por otra parte, otro síntoma de la incertidumbre ha sido la preocupación mostrada por las autoridades chinas sobre la salud del sector inmobiliario, hasta planear una reunión con las empresas el viernes para conocer los riesgos que enfrentan en los próximos meses.

Gran historial

De hecho, distintos expertos defienden que China tiene un amplio historial de gestión de problemas corporativos de alto nivel sin permitir que se conviertan en riesgos de carácter sistémico.

"No creemos que Evergrande, el ejemplo de apalancamiento y especulación excesivos en el mercado inmobiliario chino, sea la raíz de una crisis sistémica", remarca Vincent Chaigneau, director de análisis de Generali Investments, quien explica que "el gobierno [del gigante asiático] ha adoptado una estrategia múltiple para enfriar el mercado inmobiliario, que está funcionando, sin embargo, querrán evitar un colapso, dado el potencial efecto riqueza y las pérdidas bancarias".

"Evergrande ha acaparado últimamente la atención tanto de los mercados chinos y globales: la gran crisis de deuda del promotor inmobiliario es un síntoma de un cambio en la forma en que las autoridades chinas consideran el nivel de endeudamiento en el sistema y refleja una mayor tolerancia a las posibles repercusiones económicas negativas asociadas al desapalancamiento", coincide Jaime Raga.