Bolsa, mercados y cotizaciones
Monica Defend (Amundi): "En el pasado no hubo mucho éxito al ejecutar planes de recuperación"
- "Estamos por detrás de EEUU en la recuperación por la lentitud en vacunar"
Víctor Blanco Moro
Madrid,
Monica Defend dirige el segmento de análisis de la mayor gestora europea por volumen de activos y una de las más grandes del mundo, Amundi. Empezó su carrera en el mundo de la inversión en 1997, llegando a ser la responsable de análisis de distribución de activos en Pioneer Investments. En Amundi, antes de desempeñar su cargo actual, fue subdirectora global de análisis y estrategia de la firma.
El repunte de las expectativas de inflación está en boca de todos. ¿Cree que ha tocado techo en EEUU en el 2,5% de mayo?
Nuestra previsión es del 3,2% este año y del 2,5% para el que viene. Evidentemente hay mucha incertidumbre, y estamos vigilando de cerca todos los componentes relacionados con las materias primas, el gran desencadenante de esto. También el mercado laboral, que para nosotros va a ser muy relevante.
La inflación está corriendo más de lo que esperábamos, pero creemos que, si bien va a aumentar, luego bajará. Las lecturas actuales están tocando techo y creemos que la situación se va a ir normalizando. Dicho esto, es un riesgo, y estamos adaptando nuestras carteras, con bolsa y materias primas como una buena cobertura, por si la inflación se mantiene por encima del 3%.
En el último encuentro del BCE ya se preguntaba por el 'tapering'. ¿Es demasiado pronto?
Sí. Estamos por detrás de EEUU en la recuperación, y esto tiene que ver con una campaña de vacunación más lenta. En la segunda mitad del año es cuando esperamos un repunte de la actividad económica y de mercado en Europa.
Dicho esto, hay grandes diferencias en Europa entre regiones, y esta fragmentación la tiene que tener en cuenta el BCE. También hay muchas esperanzas puestas en el plan de recuperación, y en el pasado no hemos tenido demasiado éxito en la ejecución de estos programas, por lo que su ejecución es algo que tenemos que vigilar de cerca. Si comparamos los paquetes en EEUU y la zona euro, el de esta última es más pequeño. Tenemos que movernos, y movernos rápido.
¿Qué problemas de ejecución podría haber?
Puede haber problemas a nivel nacional. Italia es un buen ejemplo. Es posible que el programa no se traslade en planes de inversión. En el pasado ocurrió con el Gobierno de Monti. Se aprobaron muchas medidas y se implementaron menos de la mitad. En Italia la pieza clave que puede cambiar las reglas del juego en esta ocasión es Draghi y su equipo, que están siguiendo el programa, pero hay incertidumbres por la reputación que tiene el país.
¿Cree que va a ser capaz de hacer que cambie esta reputación?
Desde luego, tiene buen currículum. Ha demostrado ser capaz de cambiar las cosas en la buena dirección. Esto tendrá que ver también con el tiempo que se mantenga el Gobierno. Hay elecciones a la presidencia en febrero de 2022, y hay algunos partidos apoyando a Mario Draghi para presidente de la República. Pero es Matarella quien tiene que decidir en esto y Draghi está dispuesto a mantenerse en el mandato. El final de la legislatura es 2023, y en ese momento habrá elecciones legislativas. Puede ser demasiado pronto, ya que las reformas que están planteándose van a requerir de tiempo para implementarse y producir resultados.
Si la situación política en Italia y España no cambia, ¿cree que la rentabilidad de los dos bonos se irá estrechando?
El efecto Draghi es importante y es lo que está generando atractivo para inversores. Será cuestión de tiempo, pero a corto plazo, creo que el bono italiano va a seguir ofreciendo un diferencial decente.
¿Cree que la Fed empezará a hablar de 'tapering' en Jackson Hole, en agosto? ¿Los mercados sufrirán como en 2013?
Este es el gran debate que estamos teniendo en Amundi. Acabamos de tener nuestro comité de inversiones global y hemos hablado mucho de esto. Creemos que en Jackson Hole plantearán empezar a hablar de tapering, pero, materialmente, no llegará antes de 2022. En este punto, todo depende de las razones por las que van a querer empezar el tapering. Si es por que el crecimiento está creciendo de forma estructural, en ese sentido esto sería bueno.
Pero si el crecimiento no está ahí, y la Fed tiene que empezar a hacer tapering debido a un repunte de la inflación, la reacción del mercado puede ser negativa. Por eso son tan cautos en sus comunicaciones, porque quieren ver una mejora material en el mercado laboral, para ver si la productividad y el crecimiento avanzan. Si es el caso, el tapering no debería dañar a la renta variable.
¿Cree que llegará este crecimiento? Algunos analistas hablan de una situación similar a la que hubo tras las guerras mundiales...
No somos tan optimistas. Desgraciadamente, si nos adelantamos 3 años en las previsiones económicas, vemos una corrección hacia el crecimiento potencial. Especialmente en la eurozona. Hay un buen apoyo que ofrece la economía verde algo que ya está ocurriendo, un cambio en la economía y en las funciones de las utilities, pero es difícil que se revierta la tendencia de la productividad.
Sobre el bono americano, hay quien cree que la tendencia va a ser más hacia el 1% de rentabilidad que hacia el 2%. ¿Está de acuerdo?
No. Creo que, en los próximos 12 meses, hay una recuperación económica y esto va a llevar al bono a moverse más alto en rentabilidad. Hoy creo que las rentabilidades son extremadamente bajas, y no se justifican por los fundamentales. Tiene más que ver con aspectos técnicos. Cuando miro la rentabilidad del 10 años a 12 meses, nuestra valoración es entre el 2 y el 2,3%. Esto es algo que está en línea con el rango que se ha visto en periodos de recuperación anteriores.
¿Y qué niveles espera en Europa?
Esperamos que se incrementen, hacia el 0% para el alemán y el entorno del 1,2% para el británico.
¿Hasta dónde cree que pueden llegar las valoraciones de las bolsas? ¿Pueden subir mucho más?
Estamos en un escenario de recuperación económica, con los bancos centrales evitando empezar el tapering. El rally ha estado impulsado por la recuperación, y esta ha sido desequilibrada entre oferta y demanda. Esto implica que hay diferencias relevantes entre regiones. Hemos visto a China ser la primera en entrar en la crisis y en salir, luego vino Estados Unidos y ahora creemos que es el turno de Europa y de Japón. Y estamos reduciendo la exposición a EEUU. Dicho esto, las valoraciones son importantes y creemos que la selección es la nueva clave.
Las cadenas de suministro se están trayendo de vuelta hacia los mercados domésticos en muchos casos. ¿Cree que vamos a ver un proceso de desglobalización en los próximos años?
Esto era algo que, antes de la pandemia, estaba en la discusión política. La pandemia ha disparado la necesidad de tener esta capacidad operativa, porque muchos se han dado cuenta de que la escasez que se ha producido puede ser una cuestión de seguridad nacional. Cierta medida de desglobalización racional creo que está presente. Por ejemplo, durante la pandemia, el año pasado, para conseguir acceso al sistema sanitario en Italia, te daban una tarjeta con un chip que se producía en el extranjero. Nos quedamos sin las tarjetas sanitarias en el momento más importante, porque sin el chip no se podía hacer nada.
Si se diese este proceso, ¿sería un apoyo a más inflación?
Podría hacerla crecer, al ser un proceso que podría generar más crecimiento. Si no se consigue, sin embargo, y hay cuellos de botella, esto traerá aún más inflación. Esperamos poder ver un aumento de inflación porque hay crecimiento, por consumo e inversiones, no porque haya problemas en las cadenas de suministro.