Bolsa, mercados y cotizaciones
La diferencia entre la rentabilidad de los bonos corporativos y la deuda estadounidense cae a mínimos de 2018
Letizia Aragüés Cortés
Los diferenciales de crédito en el mercado de bonos corporativos de alto rendimiento de EEUU (diferencia de rentabilidad entre valores con un vencimiento similar pero con una calidad crediticia diferente, la diferencia de rendimientos entre un bono corporativo high yield y un título de deuda pública del mismo vencimiento) se han hundido hasta los mínimos del 2018, una señal de lo profunda que se ha vuelto la búsqueda de los rendimiento durante la pandemia.
El índice ICE US High Yield Index de BofA, que mide los diferenciales calculados entre un índice calculado de todos los bonos en una categoría de calificación determinada y una curva del Tesoro al contado, se sitúo sobre el 3,29%, cerca del umbral clave del 3,16% que marcó en octubre de 2018 y que supuso su nivel mínimo del indicador tras tras la Gran Recesión.
Unos diferenciales cada vez más amplios en el índice indican generalmente un deterioro de la solvencia de los prestatarios corporativos, mientras que su reducción indica una mejora de la solvencia. El diferencial del índice de alto rendimiento de EEUU aumentó a casi un 20% a raíz de la crisis financiera mundial de 2008, pero también se hundió después. En 2020 los diferenciales volvieron a subir a casi el 10% con el inicio de la pandemia, pero luego bajaron una vez que la Reserva Federal intervino.
Los expertos del banco de inversión señalan que al igual que las acciones del S&P 500, los altos rendimientos de los bonos basura se recuperan cuando los mercados están llenos de liquidez, pero también puede venderse rápidamente cuando el sentimiento se agria.
Mientras que los rendimientos de los bonos han disminuido a nivel mundial a medida que los bancos centrales han estimulado los mercados, algunos inversores dicen que el sector de "bonos basura" de EEUU, de casi 1,5 billones, no es el mismo que en el pasado, donde los mayores riesgos de incumplimiento también significaron mayores niveles de compensación.
"Lo que hay que apreciar es que el mercado ha cambiado. Ha evolucionado. Si miras el mercado y el nivel de riesgo asociado con él, ha bajado", afirma Ken Monaghan, codirector de alto rendimiento de Amundi.
Monaghan también dijo que el sector de alto rendimiento últimamente ha sido mejor para controlar la toma de riesgos que en el pasado, incluso al ser más selectivo sobre qué adquisiciones apalancadas financia, fusiones y adquisiciones y recompras de acciones.
"Si se remonta al período de 2007, cuando se marcó el mínimo de este índice sobre el 2,4%, estábamos en un período de actividad extraordinaria de fusiones y adquisiciones", declaró Monaghan. El experto agregó que esto contrasta con la emisión récord de bonos corporativos del año pasado, así como con los volúmenes de este año, que en gran parte fueron destinados a refinanciar la deuda existente a tipos más bajos. Ese es un uso benigno de los ingresos", afirmó Monaghan.
En 2007, solo el 40% del alto rendimiento de EE UU Estaba en el rango de calificaciones BB pero ahora este porcentaje asciende al 54,3%, según el experto. "Ese es un cambio bastante grande desde la última recesión, e incluso en los últimos 10 años y habla de la calidad crediticia arriesgada del bono promedio en el índice de bonos de alto rendimiento", declara Monaghan
La mejora de las tendencias crediticias de alto rendimiento a medida que EEUU aumenta la vacunación y mejora la economía también fue destacada esta semana por Joe Kalish, jefe de estrategia macro global de Ned Davis Research. "Muchas empresas han aprovechado la oportunidad para refinanciar su deuda a tasas más bajas y vencimientos más largos, reduciendo así el riesgo de incumplimiento", afirma Kalish.