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Martínez-Aldama (Inverco) pide que se avance en la taxonomía europea y en el estándar de bono 'verde'
- El presidente de la patronal de las gestoras señala que es fundamental que las empresas faciliten correctamente los datos ASG
- Ha participado esta mañana en un evento sobre sostenibilidad organizado por Spainsif
María Domínguez
"En otros países, la demanda [de inversión sostenible] viene del minorista y desde él llega al institucional, pero en España es al revés, procede de los institucionales; por eso es importante que insistamos en la educación financiera, y en particular en lo relativo a las finanzas sostenibles", ha señalado Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, esta mañana en el evento Las Finanzas Sostenibles en el marco de la Agenda 2030, organizado por Spainsif.
El presidente de la patronal de las gestoras ha apuntado que el efecto del Covid-19, y "las debilidades presupuestarias en los próximos años sin duda marcarán una menor financiación desde el sector público, por lo que toma más relevancia la participación del privado" para avanzar hacia los objetivos de esa Agenda. Por eso uno de los objetivos de los gobiernos debe ser el de "incentivar la participación de éste, fomentar el ahorro doméstico a través de los productos de inversión colectiva porque a medida que haya más patrimonio en estos instrumentos también habrá más dinero disponible para impulsar la Agenda 2030 en los próximos años, ante una situación de restricción presupuestaria".
Martínez-Aldama también aludió a otras tareas pendientes en el campo de la inversión responsable, pese a reconocer que se ha avanzado mucho. Destacó la necesidad de contar con una "definición clara" de la llamada "eco etiqueta" para los productos financieros verdes; de que se fijen definitivamente los estándares para la emisión de bonos verdes; que se apruebe el reglamento de divulgación europeo, que implicará que las gestoras de activos "tendrán que definir y estudiar cuáles son los indicadores de impacto adverso, que son nada más y nada menos que 32"; también reclamó que se termine de definir la taxonomía, también la marrón, que ayudará a identificar las empresas que lo hacen mal en cuestiones climáticas (señaló que esta taxonomía no debe servir para dejar de lado a estas compañías, sino para ayudarlas a avanzar hacia unas mejores prácticas).
No fueron las únicas reivindicaciones que realizó el presidente de Inverco, que comentó que, en un momento en el que las carteras de los gestores van a tener que ir virando hacia el ASG (es decir, al cumplimiento, por parte de las compañías que configuran dichas carteras, de unos estándares ambientales, sociales y de gobernanza), es fundamental "que las empresas faciliten bien esa información, que esta se valore de forma homogénea a nivel mundial" y que estos datos estén disponibles. En este sentido, España aprobó hace casi dos años la Ley sobre información no financiera.
Las pymes no siempre saben hacia dónde ir en esta transición sostenible, explicó Sandra González, directora de Banca Responsable de CaixaBank
Por su parte, Sandra González Urbano, directora de Banca Responsable de CaixaBank, hizo hincapié en la necesidad de hacer llegar estas cuestiones a las pymes, que suponen el 99% del tejido empresarial europeo. La entidad, que emitió un bono social por 1.000 millones de euros el pasado mes de julio, ofrece préstamos sostenibles, así como préstamos ligados a KPI (Key Performance Indicators u objetivos) concretos , y que "no siempre tienen claro hacia dónde ir en esta transición sostenible, o cómo hacerlo; en grandes entidades sí podemos utilizar productos más específicos, pero en el caso de las pymes necesitamos más homogeneización, y que todos entendamos bien qué es verde; para fomentar la demanda necesitamos una regulación y unos incentivos", explicó. Por su parte, Luca Passa, director general de Administración, Finanzas y Control de Endesa señaló que, con datos de cierre del primer semestre, el 44% de la deuda bruta de Endesa estaba vinculada a la sostenibilidad.
Rodrigo Madrazo, director general de Cofides , la Compañía Española de Financiación del Desarrollo, ha explicado que esta entidad cuenta con una lista de actividades que no puede financiar, y que sus operaciones cuentan con un doble rating, uno financiero y otro ASG; "Si una operación no pasa el rating social o el ambiental, no hay operación; y si el riesgo es muy elevado, exigimos mitigantes". En aquellos casos en los que el riesgo medioambiental, por ejemplo, es muy elevado, "eso penaliza el rating financiero y, por tanto, el precio de la operación", ha señalado.
¿Gestión activa o pasiva?
También se han abordado los retos que plantea la medición de aspectos extrafinancieros. "Como gestora, no es nada fácil seguir los ODS [los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, que son los que persigue la Agenda 2030]", ha explicado Beatriz Barros de Lis, directora general de Axa IM para España y Portugal. "Tradicionalmente la gestión de este tipo de inversiones se ha centrado mucho en la inversión de impacto, que es muy fácil; no hay más entender que tu inversión tendrá un impacto medible en un objetivo muy determinado. Pero la inversión de impacto suele estar restringida a los mercados privados, suelen ser inversiones ilíquidas, de difícil acceso y dirigidas más bien al institucional; por eso nosotros hemos desarrollado fondos que tienen el mismo impacto que una inversión privada, pero invirtiendo en compañías que cotizan en bolsa", ha señalado.
Por su parte, María José Gálvez, directora de sostenibilidad de Bankia, ha explicado cuáles son los cuatro ODS fundamentales para la entidad: "La acción por el clima, el trabajo decente, la educación de calidad y las ciudades sostenibles". "En los últimos años, pese a no ser algo que ofrecíamos tradicionalmente, hemos empezado a lanzar productos de este tipo, al observar que existía esa demanda, más por la parte del institucional que por la del retail; así que, en Bankia AM, creamos una gama de fondos para darle respuesta". La entidad lanzó hace solo unos días un indexado, el Bankia Index Clima Mundial, que busca replicar el comportamiento del índice MSCI World Climate Change Net Index, con una desviación máxima anual del 5%.
Sophie del Campo, directora general para Iberia, Latinoamérica y EEUU Offshore de Natixis IM, ha defendido el papel de la gestión activa en la inversión responsable: "La gestión activa, y el contar con equipos propios de analistas, como tenemos tanto en Mirova como en DNCA, nos permiten detectar cuáles son las mejores compañías dentro de este universo. Nuestras carteras centradas en ODS son de high conviction, son muy concentradas, seleccionamos realmente aquellas compañías que más nos convencen. La gestión activa es un entorno formidable para este tipo de inversión", ha enfatizado Del Campo.