Emboscada en Wall Street: el Dow Jones se hunde un 4,62% pese al rescate billonario

La aprobación por parte del Senado estadounidense del nuevo plan de estímulo económico de Obama no ha llevado el esperado rebote a la Bolsa de Nueva York. El índice Dow Jones ha registrado su mayor caída desde el 1 de diciembre de 2008 tras desplomarse un 4,62% y cerrar por debajo de los 7.900 puntos. Asimismo, el Nasdaq se ha precipitado un 4,2% y el S&P 500 ha bajado un 4,91%.

La Bolsa de Nueva York cerró con un descenso del 4,6% en el Dow Jones de Industriales, al persistir la inquietud sobre la estabilidad del sistema financiero y después de que el Departamento del Tesoro anunciará nuevas medidas para enfrentar la crisis.

Según datos provisionales al cierre ese índice bursátil retrocedió 381,99 puntos y se situó en las 7.888.88 unidades, mientras que el Nasdaq cedió el 4,2% y el selectivo S&P 500 bajó casi un 5% respecto de la sesión anterior.

La caída porcentual en ambos casos fue la más pronunciada desde el pasado 20 de enero.

Expectación ante las palabras de Geithner

La esperada presentación del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, de las medidas con las que se quiere recuperar el flujo de crédito hacia consumidores y empresas, y sanear el balance de los bancos, no resolvió las inquietudes de los inversores en torno a una mejoría del sistema financiero.

Reflejo de ello es la fuerte depreciación que sufrieron un día más las acciones de las mayores entidades financieras de EEUU incluidas en el Dow Jones de Industriales, donde las 30 compañías que congrega ese índice cerraron en negativo.

Bank of America (BAC.NY) retrocedió el 19,3%, Citigroup perdió un 15,19%, American Express (AXP.NY) cedió el 10% y JPMorgan bajó el 9,75%.

Los indicadores de Wall Street intensificaron el descenso a medida que Geithner iniciaba un discurso en el que aludió a las causas de la crisis financiera y que careció de detalles específicos sobre la aplicación de algunas medidas incluidas en el plan.

También, sobre cómo se valorarán los activos nocivos que se pretende eliminar de los balances de las entidades bancarias, entre otros asuntos mencionados por los expertos.

Nuevas medidas

El secretario del Tesoro dio a conocer diversas iniciativas entre las que se incluye destinar una inversión inicial de 500.000 millones de dólares a la compra de ese tipo de activos, que perjudican las cuentas de los bancos y minan la confianza entre las entidades.

La Reserva Federal y el Departamento del Tesoro ampliarán, además, su programa destinado a compras de créditos, hasta posiblemente un billón de dólares, y destinará unos 50.000 millones de dólares a ayudar a los propietarios a evitar la ejecución de hipotecas y facilitar la refinanciación de préstamos.

Geithner señaló durante su intervención que la estrategia diseñada por su departamento "costará dinero, implica riesgo y lleva tiempo".

Agregó que deberá adaptarse el plan a medida que cambien las condiciones para las que se han diseñado y aseguró que "tendremos que intentar cosas que nunca antes hemos probado". "Atravesaremos periodos en que las cosas empeorarán y el avance será desigual o se interrumpirá", agregó.

"Una crisis complicada"

En una posterior entrevista en el canal financiero CNBC, Geithner reiteró que se trata de una crisis financiera "enormemente complicada, que va a llevar mucho tiempo resolverla y va a ser duro hacerlo, pero vamos a seguir en ello hasta que la arreglemos".

El descenso bursátil no se interrumpió después de que el Senado aprobara un plan de estímulo económico de 838.000 millones de dólares, impulsado por los demócratas y que contó con sólo un voto más de los requeridos.

Ese plan deberá ser armonizado ahora con la versión que aprobó la Cámara de Representantes con anterioridad, que no contó con el apoyo de las filas republicanas, antes de ser sometido a la firma del presidente de EEUU, Barack Obama.

Por otro ladro, el barril de crudo de Texas se depreció un 5% en la Bolsa Mercantil de Nueva York y terminó a 37,55 dólares, mientras que los bonos de la deuda pública a diez años subieron de precio y su rentabilidad se situó en el 2,81%.