Los inversores profesionales con mayor volumen de activos bajo gestión, fondos soberanos y bancos centrales, han reducido su exposición a bolsa y han aumentado su porcentaje en renta fija casi en la misma proporción inversa respecto a cómo tenían la cartera a finales del año pasado, según Invesco Global Sovereign Asset Management Study 2019. Al calor de las caídas que se produjeron en el último cuatrimestre de 2018 y, sobre todo, en diciembre, los fondos soberanos han ido bajando su inversión en bolsa hasta dejarla en un 30 por ciento, tres puntos porcentuales menos. La misma diferencia, pero a la inversa, que los activos de deuda han ganado: de representar un 30 por ciento el año pasado han vuelto a tener un peso del 33 por ciento, un porcentaje que no tenían asignado desde hace cinco años.El estudio de Invesco se ha realizado durante el primer trimestre de 2019, por lo que estas decisiones de inversión estaban más relacionadas con el temor que produjeron las pérdidas del año pasado –en el que prácticamente ningún activo salió ileso de un rendimiento negativo– y lo que se preveía como el inminente final de ciclo. Y tampoco se conocía el posterior giro en la política monetaria de la Fed a finales de marzo y la complacencia ante un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China en mayo. Estos movimientos de cartera de los fondos soberanos y bancos centrales tiene su importancia en los mercados porque los encuestados por Invesco controlan 18,1 billones de euros en activos bajo gestión. Pero al igual que ha ocurrido con el resto de inversores profesionales, los fondos soberanos encuestados por Invesco muestran un cambio de tendencia hacia la renta fija, en un momento en que gran parte de la deuda gubernamental europea ha entrado en terreno negativo y las expectativas de rentabilidad se están reduciendo a la renta fija corporativa, muy presionada también en determinadas emisiones y duraciones.De hecho, los fondos soberanos han dejado de tener a Europa en el radar para fijarse más en el continente asiático, concremente hacia China, que ha mejorado su perspectiva de inversión entre los fondos estatales respecto a anteriores estudios. Si en el estudio de 2018 tenía una calificación de 5,2, en el de este año ha subido a un 6,1. Esta mejora ha provocado que un tercio de este tipo de inversores recortara su asignación a Europa y que solo el 13 por ciento de los participantes del estudio de Invesco asegurara que incrementaría el peso del Viejo Continente en sus carteras. Por el contrario, el 40 por ciento de los encuestados señaló a Asia como lugar preferente de sus invesiones mientras que el 36 por ciento apuntaba a los mercados emergentes.Esta vuelta hacia la renta fija se produce al tiempo que los fondos soberanos también han incrementado sus posiciones en el sector inmobiliario, que ha pasado a representar un 8,7 por ciento de sus carteras, un punto porcentual más que el año pasado. Inversiones de capital privado y estrategias alternativas ilíquidas también han ganado peso, aunque en una propoción también de un punto porcentual.