El equilibrio entre la oferta y la demanda de petróleo vuelve a estar en peligro. Es la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios externos quienes están haciendo los malabares. Durante los últimos años, el pacto de recorte de oferta que ha mantenido el histórico cartel, junto a otros productores como Rusia, ha sido el que ha sostenido los precios del crudo. La última actualización del pacto se hizo a finales de 2018 y se acordó que se mantendría durante 6 meses. El cártel tenía previsto reunirse el día 25 y el 26 de junio para decidir si se renueva o no y ahora, a menos de 20 días de la cita, el sólo hecho de cerrar una fecha parece ser demasiado pedir para los miembros.Según Bloomberg, Rusia ha solicitado un cambio de fecha de última hora que tendría el favor de Arabia Saudí, el líder de la Organización. Sin embargo, Irán se ha negado al cambio. Bijan Zanganeh, ministro de Petróleo del país, ha escrito una carta al cártel explicando que no está de acuerdo con el cambio, ya que tiene "una agenda apretada en ese periodo", y que "no se han dado razones suficientes".Si bien en el pasado las diferencias entre los miembros del cártel han sido evidentes, y finalmente se han solucionado para poder cerrar los acuerdos, la estrategia de Rusia podría estar orientada a boicotear el pacto. Y es que hay quien no ve tan clara la parte positiva del acuerdo: esta semana, el presidente de la petrolera rusa Rosneft, Igor Sochin, ha señalado que la decisión podría "servir a los intereses de Arabia, pero no a los de Rusia". Pase lo que pase, la posibilidad de que el 1 de julio no haya acuerdo y los países tengan libertad para aumentar la producción parece estar pesando en el crudo, junto a la amenaza de la guerra comercial: el Brent pierde un 17 por ciento desde máximos del año y cotiza cerca de 60 dólares.