El activo que el mundo usa como referencia 'libre de riesgo', el bono de Estados Unidos con vencimiento a 10 años (T-Note), está perdiendo atractivo para los inversores. La subasta del tesoro estadounidense de esta semana lo ha dejado claro, al recibirse el miércoles la demanda más baja por estos títulos de la última década. El gigante estadounidense lanzó a subasta 27.000 millones de dólares de estos títulos, que recibieron una demanda sólo 2,17 veces superior, según los datos que maneja Bloomberg.Son varias razones las que pueden estar haciendo que el mercado mire para otro lado cuando se le ofrecen estos títulos. La Fed ya no apoya las subidas del precio de estos bonos, al haber dejado de comprar deuda mientras reduce su balance, un proceso que se ha acelerado desde principios de 2018, y que ha hecho que la Fed adelgace más del 10 por ciento en este periodo, pasando del entorno de los 4,45 billones de dólares hasta los 3,89 billones en la actualidad.Con inversores extranjeros, como chinos y japoneses, también retirándose paulatinamente en estas subastas, según explica Bloomberg, cada vez llega menos dinero a estos títulos. Además, no hay que olvidar que la diferencia de rentabilidades entre el título a 10 años y vencimientos más cortos se ha estrechado en los últimos meses: mientras el T-Note ofrece una rentabilidad del 2,44 por ciento, el que vence a 5 años del 2,25 por ciento, y el de 2 años incluso más que este último: un 2,27 por ciento.Jaime Dimon, CEO de JP Morgan, destacó que la rentabilidad que está ofreciendo el bono estadounidense es "extraordinariamente baja", lo que podría tener algo que ver con la falta de atractivo para los inversores. En opinión de Dimon, las gigantescas compras que ha llevado a cabo la Fed "tenían que tener efectos" en el bono a 10 años.