La diversificación de la surcoreana contrasta con la apuesta casi endogámica por el 'iPhone' de la firma californiana No hay duda de que el sector tecnológico -en su más vasta acepción- no atraviesa por uno de sus mejores momentos en el ámbito bursátil. El pesimismo ha cundido entre los inversores y analistas más agoreros del mercado, que ven en las últimas caídas de precio que han registrado las acciones de las compañías de este sector el pinchazo de una burbuja inflada a lo largo de los últimos años. El estancamiento en las ventas de Apple y Samsung ha sido solo la guinda a un pastel que firmas como Facebook, Alibaba, Nvida, Applied Materials o Micron han ido cocinando a fuego lento en los últimos meses. Sin embargo, es el que más ha llamado la atención de propios y extraños por la dimensión de ambas empresas. Eso sí, a pesar de tener mucho en común, las advertencias de menores ganancias lanzadas por ambas no han sido recibidas de la misma manera por el mercado, y las razones son manifiestas. 'Bocado' al beneficio La firma de Cupertino -otrora la cotizada más grande del planeta- fue la que desató la mayor de las tempestades en los primeros compases de 2019, al advertir al mundo de que la desaceleración del crecimiento en China iba a pasar factura a sus ingresos en el primer trimestre del presente ejercicio fiscal. Un aviso que se ha materializado una semana después con la petición (según medios japoneses) a sus proveedores de un recorte en la producción de piezas de algunos de sus modelos de iPhone. En este caso, las fuertes rebajas en su valoración y en su recomendación que siguieron a la caída del precio de sus acciones en el parqué han servido para poner de manifiesto cómo la enorme inversión llevada a cabo a lo largo de los últimos ejercicios por la empresa liderada por Tim Cook no ha generado -ni mucho menos- el efecto esperado en sus cuentas años atrás. Ni tampoco se ha visto materializada hasta ahora en la creación de productos que supusieran una ruptura de moldes en comparación con el catalogo de artículos de sus competidores. En este sentido, la apuesta de Apple por un crecimiento casi endogámico basado en la continua evolución de su producto estrella, el iPhone, contrasta con la diversificación de su principal competidor en la industria, Samsung, que ha optado por la opción opuesta, crear una gama de productos extensa que abarca desde televisores, frigoríficos y lavadoras, hasta los demandados smartphones. De hecho, esa es una de las razones que explica el comportamiento razonablemente menos bajista de las acciones de la firma surcoreana (y de sus cotizadas tanto en Europa como en Estados Unidos) tras su advertencia de menores beneficios por la menor demanda en sus chips de memoria. Y es que la caída del 29 por ciento de su beneficio operativo, además de haber sido recibida con un bagaje general alcista en el parqué en los dos días posteriores a su publicación, no ha venido acompañada de un deterioro en las valoraciones que los expertos emiten sobre sus acciones, que siguen viendo un potencial alcista en la compañía superior al 32 por ciento de cara a los siguientes doce meses (ver apoyo).