Los últimos siete días volvieron a servir para demostrar que muchos inversores están nerviosos con la valoración de las grandes tecnológicas. Por segunda semana consecutiva los rumores de una posible menor demanda de los teléfonos de Apple provocaban retrocesos de las cotizaciones. El Black Friday y el Cyber Monday son la verdadera prueba de fuego, puesto que muchas de las empresas del sector se la jugaban en las jornadas de mayores compras del año por internet. Aún tenemos que esperar a saber el resultado de estos días, pero las cifras esperadas pronostican un aumento con respecto al año anterior del 4 por ciento.