La industria hotelera española solamente cuenta ahora con dos representantes en el mercado bursátilmadrid. "Spain is different". Este antiguo eslogan, ideado por el Ministerio de Turismo en 1955, fue premonitorio de la realidad que envuelve ahora al sector hotelero en bolsa. Sólo por esa diferencia, por ese toque propio, se explica la escasa presencia de las cadenas de hoteles en los parqués, algo que resulta paradójico si se tiene en cuenta que el turismo supone el 11 por ciento de la economía española, por lo que cabría esperar que tuviera más peso en la bolsa. En la actualidad, la representación del sector en el mercado bursátil se reduce a Sol Meliá y NH Hoteles. La capitalización de la primera asciende a 2.309,7 millones de euros, por los 1.789,4 millones de la segunda. Por si fuera poco, el escaso peso del sector turístico es aún mayor tras la retirada de la central de reservas de viajes Amadeus, que valía en bolsa 4.300 millones de euros y que dejó de cotizar en 2005. Con potencial, pero sin feSin embargo, los números demuestran que las compañías hoteleras sí podrían tener un hueco importante en el mercado. Si se aplican a las cadenas españolas los precios que los inversores están pagando por las ventas de Sol Meliá y NH Hoteles, al menos otras tres empresas, al margen de las dos que ya cotizan, podrían valer en bolsa más de 1.000 millones de euros. Se trataría de Riu Hotels, Barceló Hotels e Iberostar. "Los casos más claros de compañías que sí podrían dar el paso son Barceló, Viajes Iberia y Riu", asegura José Francisco Ruiz, analista de Kepler Equities. Además, las hoteleras podrían aprovechar la confianza que el mercado está depositando en el sector. Sin ir más lejos, Sol Meliá y NH Hoteles acumulan revalorizaciones que superan el 10 por ciento en lo que va de año, y sus acciones han alcanzado en febrero y marzo sus precios más altos seis y cinco años, respectivamente. También se puede interpretar en clave positiva que los inversores estén dispuestos a pagar más por los beneficios de las hoteleras que por los de las compañías de otras industrias. Así, el PER (el número de veces que los beneficios de la empresa están recogidos en el precio de la acción) estimado de NH Hoteles y Sol Meliá se encuentra en 27,5 y 23,9 veces, respectivamente, frente a las 15 veces del Ibex 35. Ahora bien, otras compañías del sector, como las británicas InterContinental y Millenium & Copthorne, también presentan un PER superior a las 20 veces, similar al de los representantes españoles. Bien sea porque el mercado espere una mejoría de los resultados en el futuro, bien porque especule con la posibilidad de que se produzcan movimientos corporativos en el sector, un factor que está influyendo fundamentalmente en la cotización de NH, el caso es que los inversores se están decidiendo a comprar acciones de compañías hoteleras en los últimos meses. Estos argumentos se refuerzan si se tiene en cuenta que los diez primeros grupos que operan en nuestro país se reparten el 35 por ciento del negocio. Los grandes, como Riu o Barceló Hotels, cuentan con la solidez suficiente para incorporarse al mercado con garantías: son cadenas hoteleras con más de 40 años de historia, un prestigio consolidado y proyectos que delatan su intención de seguir creciendo.El primero está invirtiendo importantes cantidades de dinero en nuevos resorts en América Latina y el otro prefiere desinvertir en España para abordar su expansión por otros países como Estados Unidos. "Los planes de crecimiento internacional o la necesidad de financiación pueden ser los motivos que pueden empujar a una hotelera a salir al parqué. Es el caso, por ejemplo, de Riu", manifiesta un operador. No es prioritarioPero cotizar sigue sin estar dentro de sus prioridades, en parte porque el sector ya cuenta con suficiente capital, por lo que no necesita acudir al parqué para obtener financiación. "Grupos como Barceló o Viajes Iberia cuentan con sólidas posiciones financieras, por lo que tampoco necesitan cotizar", confirma José Francisco Ruiz, de Kepler. Para Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles, esto se debe a "una incursión muy fuerte del negocio y la industria inmobiliaria en el sector". Afirma que "lo de los hoteles se queda todo en una operación muy financiera: compro un suelo, hago, vendo...". El consejero delegado de Expo Hoteles&Resort, Santiago Twose, apunta al mismo tiempo que se trata de ser prácticos. En este sentido, comenta que las inversiones que se requieren en turismo son muy grandes, "pero en cuanto tienes una propiedad tienes un bien seguro, por lo que la banca sustituye a la bolsa". Los gestores de las cadenas hoteleras tampoco olvidan los efectos colaterales derivados de estar en bolsa. "No cotizar nos permite evitar algunas cosas por las que el mercado te penalizaría a corto. La bolsa tiene inconvenientes, incluso exigencias", asegura Raúl González, secretario general del grupo Barceló. "Muchas veces se tienen que tomar decisiones que el analista o sociedad de valores requiere para que evolucione correctamente, algo que puede llegar a distorsionar a la empresa", añade. "También hay que recordar que muchos grupos son negocios familares, por lo que no ven la bolsa como una alternativa atractiva", comenta José Francisco Ruiz.