Las malas noticias relativas al sector de automoción han pasado en los últimos meses de ser algo puntual a convertirse en un goteo incesante. Y detrás, claro está, se encuentra la guerra comercial de la que alardea tanto Donald Trump. El último en unirse al club de revisiones a la baja en las estimaciones, como las alemanas Volkswagen o Daimler, fue ayer la estadounidense PPG Industries, una compañía para la que el sector automovilístico representa un 35 por ciento de sus ingresos. Según la consultora Evercore ISI Research, PPG dará a conocer "los peores resultados semestrales desde 2015" debido, precisamente, a la caída del negocio en el sector y las noticias negativas que siguen llegando. Las ventas que comenzaron ayer en Wall Street se extendieron a Europa, donde el sectorial automovilístico pasó a ser el más bajista del año, con un desplome del 18,17 por ciento, por delante del Stoxx bancario, después de cinco sesiones consecutivas sumido en pérdidas. El sector bancario, por su parte, cede ya un 17,22 por ciento en plena crisis de deuda italiana (ver página anterior). El proveedor alemán de coches Hella sufrió ayer el mayor desplome del sectorial europeo, con pérdidas del 8,17 por ciento, similares a las sufridas por Ferrari. Firmas como Pirelli y Fiat se dejaron más de un 5 por ciento; mientras que en España Cie Automotive fue el título más castigado de todo el Ibex 35 con un recorte del 6,31 por ciento, llevando su acción al borde de los 23 euros, mínimos del pasado mes de marzo. Cie Automotive -que aun con todo sigue siendo el título más alcista de entre sus comparables a nivel mundial- ha visto cómo en los últimos cuatro meses su revalorización en el año ha menguado de más del 30 por ciento al 9,8 actual. En el Mercado Continuo, Gestamp cayó, por quinta sesión consecutiva, un 2,59 por ciento.