El aluminio alcanzó la semana pasada su máximo en tres meses ante una disminución de la oferta y un aumento de la demanda. Por el lado de la oferta, el cierre de una de las mayores refinerías de Brasil, Norsk Hydro, contribuyó al alza, lo cual se sumó a las sanciones de EEUU al productor ruso Rusal y una huelga en las refinerías de aluminio de Alcoa. En el lado de la demanda, esta ha crecido tanto en Europa como en EEUU. De acuerdo con Citi, esta tendencia alcista se prolongará los próximos años ya que, gracias al poder reciclarlo con una tasa cercana al 100 por cien, seguirá ganando cuota en el mercado de soluciones de almacenamiento.