Mario Draghi comparecía la semana pasada tras una nueva reunión del BCE para dejar intacta la política monetaria de la región. Ni la primera subida de tipos de los últimos 7 años se espera hasta el verano del 2019 ni los estímulos monetarios se retirarán a corto plazo. En parte, se debe a que, aunque en septiembre se reduzca el volumen de compras a la mitad y en diciembre finalmente desaparezcan, los importes de los bonos que vayan venciendo serán reinvertidos en el sistema financiero. Cantidad nada desdeñable pues de los 4,5 billones de euros de balance que presenta 2,6 corresponden a deuda de compañías o gobiernos.