Todos quieren un trozo del milagro chino: el banco ICBC sale hoy a bolsa en Hong Kong y Shanghaisingapur. Llegó el gran día. En la primera salida a bolsa simultánea en Hong Kong y Shanghai, el Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) debuta hoy en medio de una gran expectación y después de recaudar 19.100 millones de dólares (15.200 millones de euros) en la colocación. La que es ya la mayor oferta pública de venta (OPV) de acciones de la historia ha suscitado una euforia y demanda sin precedentes, lo que podría llevar a la entidad financiera a ejecutar, durante los próximos 30 días, la opción de sobreasignación que pondría más títulos en el mercado. Si se amplía la oferta, obtendrá un total de 21.900 millones de dólares. Esta colocación pulveriza el récord precedente de una salida a bolsa, establecido en 1998 por NTT DoCoMo, líder de telefonía móvil en Japón, por 18.000 millones de dólares. La operación del ICBC sitúa su capitalización -ha realizado un ampliación por el 15 por ciento del grupo-, en 129.000 millones de dólares, el sexto banco del mundo tras el Mitsubishi de Japón. Los analistas prevén que la acción de la primera entidad bancaria china por volumen de activos subirá entre un 10 y un 20 por ciento durante su primer día de cotización, porque la bolsa está en máximos de cinco ejercicios y por el buen comportamiento de los últimos bancos chinos que salieron a bolsa.Bank of China, que debutó el pasado verano, disparó un 15 por ciento el valor de su acción el primer día. China Construction Bank, por su parte, se ha revalorizado ya un 50 por ciento después del primer año en bolsa. Y, Bank of Communications, un 134 por ciento desde mitad de 2005. El entusiasmo inversor ha quedado inequívocamente reflejado en los últimos días, cuando la demanda en Hong Kong superó a la oferta en 78 veces en el tramo minorista y en 31 veces en el tramo institucional (49 y 14 veces respectivamente en Shanghai). En total, la OPV atrajo órdenes por valor de 500.000 millones de dólares en ambas plazas.Optimismo desbocadoLa fiebre por ICBC tiene su razón de ser. Con China desbocada hacia la riqueza, todo el mundo quiere atrapar un pedacito del milagro amarillo. Para los pequeños inversores que vendan rápido, será dinero fácil. Para las instituciones y grandes inversores, la apuesta a largo plazo por un sector bancario chino de enorme potencialidad es intuida como ganadora: con 800.000 millones de dólares en activos, el banco es demasiado grande para fracasar, apoyo de Pekín aparte. Pero, según Bob Broadfoot, director de la consultora Political and Economic Risk de Hong Kong, "una cosa es qué gestión interna tiene un banco y otra muy distinta el beneficio que puede dar el precio al alza de la acción".De hecho, la mayoría de inversores huirían despavoridos ante el escenario de tener que invertir en una entidad como ICBC, con un historial arrollador de corrupción endémica, préstamos fallidos y pobre gestión. "Sigue existiendo mucho riesgo pero a nadie parece importarle. En realidad, la fiebre inversora (por ICBC) tiene que ver con comprar la historieta china", explica un analista de Hong Kong. Pero para otros, el ICBC ofrece ya un perfil óptimo: 18.000 sucursales, 153 millones de clientes, 2,5 millones de clientes corporativos y un balance saludable después de recibir, por cortesía de Pekín, 15.000 millones de dólares en inyecciones de capital y deshacerse de 85.000 más de préstamos fallidos -herencia de la época de la economía planificada- gracias al traspaso a firmas de gestión de activos.Haga lo que haga la acción, hay ganadores con el debut de ICBC: Goldman Sachs, que adquirió el 5 por ciento de ICBC en abril por 2.600 millones de dólares y, aunque no puede vender sus acciones hasta pasados tres años, cuando lo haga le supondrá una ganancia de 3.900 millones de dólares. Para sus socios Allianz y American Express, que invirtieron otros 1.200 millones por otro paquete, también se prevén retornos multimillonarios.