Segunda subida de tipos de la Reserva Federal estadounidense (Fed) en 2018 y séptima desde que el banco central de Estados Unidos decidiera poner fin a las políticas monetarias ultralaxas en diciembre de 2015. La medida no pilló por sorpresa a los mercados, que reaccionaron en pocos segundos a la noticia. Así, la rentabilidad del bono estadounidense a diez años escaló hasta situarse al filo del 3 por ciento, frente al 2,96 por ciento de la sesión anterior, unos ascensos que tuvieron su réplica en la deuda a cinco años (2,84 por ciento) y el bono con vencimiento en 2020 (2,58 por ciento). No obstante, al cierre de esta edición el interés por la deuda americana a una década lograba mantenerse en el entorno del 2,98 por ciento. También se vio esta reacción en la renta variable, cuyo índice de referencia Dow Jones perdía cerca de un 0,24 por ciento. A la espera del BCE La renta variable europea esperó ayer con tono alcista la decisión de la Fed, pero se mantiene a la espera de la reunión del Banco Central Europeo que se celebra hoy. Así, el Ibex 35 fue el único índice europeo que registró descensos con una bajada del 0,16 por ciento, hasta los 9.899,1 puntos. Una sesión en la que Inditex fue protagonista, después de mejorar su beneficio en un 2 por ciento, hasta los 668 millones. En Europa, el más alcista fue el Ftse Mib italiano, que avanzó un 0,44 por ciento; seguido del Dax 30 alemán, que repuntó un 0,38 por ciento. Mientas, el Cac 40 francés y el Ftse 100 británico cerraron la jornada prácticamente en el mismo nivel en el que la comenzaron. El mercado de bonos fue el refugio ayer de los inversores, que se decantaron por las compras prácticamente en todas las referencias. Donde más, en el papel transalpino a 10 años, cuyo interés se relajó hasta el 2,8 por ciento. En el caso del español, la rentabilidad del bono a una década se relajó hasta el 1,41 por ciento. Así, la prima de riesgo española, que mide la diferencia entre el rendimiento del bono español y alemán a una década, cayó hasta los 93 puntos básicos.