Semana de bancos centrales en el panorama mundial. Comenzando por Japón, no hubo sorpresas pues el BoJ no modificó su discurso y seguirá soportando la economía a través de inyecciones de liquidez y manteniendo su objetivo de rentabilidad de la curva de tipos. En el caso del BCE, si hace días parecía que endurecía ligeramente su tono, los recientes movimientos en el tipo de cambio frente al dólar podrían volver a cambiar el mensaje. Los niveles actuales penalizarían las exportaciones afectando a sus expectativas de crecimiento. Los mercados no reaccionaban al discurso de Draghi al estar descontada ya toda la información.