Diversos motivos explican la reciente revalorización del petróleo, cuyo precio superaba durante la semana los 66 dólares el barril, el nivel más alto desde 2014. En primer lugar, se hacía público que el mayor complejo de almacenamiento de crudo de EEUU, al noreste de Oklahoma, se encuentra en mínimos que no se veían desde hace tres años. Además, un dólar más barato aumenta el atractivo de las materias primas denominadas en esta divisa para los inversores extranjeros. Así, las medidas de reducción de producción que establecieron la OPEP y otros países como Rusia para reducir el exceso global de oferta parecen estar dando su fruto.