China daba un gran paso hacia la esperada apertura de su sistema financiero, anunciando que eliminará los límites a la propiedad extranjera de los bancos y compañías de gestión de activos y permitirá a las firmas extranjeras tomar participaciones mayoritarias en agencias de valores y aseguradoras locales. Estas nuevas regla darán a las compañías financieras globales un acceso sin precedentes al país. El anuncio coincide con la visita de Trump a Pekín y refuerza las promesas del presidente Xi Jinping, menos de un un mes después de consolidar su estatus comolíder más poderoso del gigante asiático en décadas.