Puede verse como una oportunidad o como una señal de que está sobrecompradaLos aranceles impuestos en abril a la madera canadiense por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los incendios que han devastado los bosques de la primera economía del mundo durante las últimas semanas y la reactivación de la construcción, "intensificada por la compra masiva de paneles y productos de madera debido a los huracanes que han azotado en el sur del país", según incide Christoph Butz, gestor del fondo de inversión temático Pictet-Timber, han conformado un cóctel alcista para la madera que ha llevado a los futuros que cotizan sobre esta materia prima en el Mercado de Chicago a conquistar máximos de los últimos 20 años sobre los 460 dólares por tabla de 1.000 pies, tras duplicar su precio desde los mínimos de septiembre de 2015. Esta vertical subida ha llevado a la madera a abrir una brecha de 45 puntos de rentabilidad con el índice que reúne a las compañías relacionadas con este recurso en los dos últimos años -ver gráfico-. Un periodo en el que la materia prima repunta un 84 por ciento, mientras que el selectivo, el S&P Global Timber & Forestry Index, se revaloriza un 39 por ciento. Históricamente, los futuros que cotizan sobre la madera y este índice han guardado una correlación más estrecha, por lo que, la actual brecha entre ambos, la máxima desde 2007, puede ser considerada una oportunidad de inversión o, por el contrario, una señal de que la materia prima está sobrecomprada y de que se avecinan caídas, o incluso desplomes, como ocurrió hace una década tras el estallido de la crisis y el frenazo en seco de la construcción. En contra de esta tesis, el experto de Pictet considera que "hay que tener en cuenta que los próximos años es previsible que se mantenga el ritmo de crecimiento del mercado de vivienda en Estados Unidos". Si se confía entonces en la reducción del diferencial por la parte que conllevaría subidas del índice sectorial, los vehículos de inversión que replican más fielmente el comportamiento del S&P Global Timber & Forestry Index son el ETF de BlackRock iShares Global Timberg & Forest, que se puede comprar en euros, o el fondo Pictet-Timber P, también en la moneda común. Ambos reciben, además, la máxima calificación de Morningstar. Christoph Butz recuerda que, a largo plazo, "la demanda de madera se ve impulsada por el crecimiento demográfico y por el aumento del PIB per cápita, pues las personas más ricas consumen más", y también que "la producción tiene límites, incluyendo factores naturales (cambio climático, plagas), la pérdida neta forestal -una superficie similar a la de Grecia cada año- y un acceso cada vez más difícil, por restricciones legales y logísticas". Estos factores deberían, teniendo en cuenta el crecimiento de las economías emergentes y la recuperación de las desarrolladas, sostener el precio de esta materia prima.