Los expertos aseguran que este recorte es sano, tras subir un 2,5% en cinco díasmadrid. Un descanso nunca viene mal. Y sobre todo si se produce después de haber vivido una gran fiesta bursátil, en la que el Ibex 35 se ha apuntado un 2,5 por ciento en tan sólo cinco días y se ha señalado la cota más alta de su historia, en los 13.476,6 puntos. Esto provocó que los inversores se inclinasen ayer por recoger los beneficios de las últimas jornadas, con lo que el principal índice español cayó un 1,72 por ciento, hasta los 13.245 puntos, el mayor descenso en cuatro meses. En concreto, desde el 13 de junio, cuando el indicador perdió un 2,12 por ciento. Sin embargo, los brokers aseguran que este recorte es lógico e incluso sano, después de que el Ibex 35 se apunte ya un 23,4 por ciento en 2006, el doble de lo que esperaban las firmas de inversión para el conjunto del ejercicio. La principal causante de este fuerte descenso fue Repsol. La petrolera presidida por Antonio Brufau perdió un 6,03 por ciento, hasta los 25,70 euros, después de que el lunes -al cierre del mercado- se conociese que Sacyr Vallehermoso se había hecho con el 9,2 por ciento de la petrolera a un precio medio de 25,32 euros, frente a los 27,35 euros a los que había terminado el lunes. A esto se une que ahora es más difícil que la petrolera sea la diana de una opa hostil, al contar con un núcleo duro de mayor tamaño. Hay que tener en cuenta que el principal accionista de Repsol sigue siendo La Caixa, con un 12,5 por ciento, seguido de la constructora de Luis del Rivero. Por su parte, Sacyr también sufrió una sesión bastante negativa, ya que perdió un 1,07 por ciento, hasta los 40,78 euros. El problema reside en que los expertos creen que esta operación no tiene sentido estratégico, a pesar de que Sacyr ha adquirido las acciones a un valor bastante atractivo. Tampoco hay que olvidar que los analistas consideran que la apuesta de algunas constructoras por el sector energético entraña niveles de endeudamiento muy altos en un entorno de subida de tipos.Fuera de estos movimientos corporativos, ayer destacó Banesto, que cayó un 3,33 por ciento, hasta los 15,7 euros, tras conocerse un negativo informe de JPMorgan. La firma de inversión estadounidense ha reducido su recomendación para el sector español hasta infraponderar frente a sus homólogos europeos, ya que prevé una ralentización del crecimiento de las entidades para los próximos ejercicios. Además, el banco estadounidense ha bajado la recomendación de Banco Sabadell desde neutral hasta infraponderar, lo que hizo caer sus títulos un 1,9 por ciento, hasta 29,3 euros.