La petrolera anglo-holandesa espera triplicar este año sus beneficios de 2016 en un contexto alcista para el crudoHace cinco meses, uno de los barcos más grandes del mundo, el Pioneering Spirit, llevó a cabo el levantamiento más pesado que se ha visto nunca de una plataforma petrolífera en alta mar. Shell es la propietaria del Brent field, la primera de las grandes áreas de extracción de petróleo en el Mar del Norte, en la que se desmanteló la parte superior de la plataforma Delta, de 24.000 toneladas, -un área que dio nombre en los años setenta al precio de referencia del oro negro-. En los próximos 35 años, Shell, el valor destacado de la semana en el Eco30 -el índice de ideas de inversión internacionales de elEconomista- y otras petroleras deberán deshacerse de 470 plataformas en el mar que separa el Reino Unido y Noruega en un momento de transición para el petróleo. La petrolera anglo-holandesa espera triplicar sus beneficios este trienio (hasta 2019), según las estimaciones del consenso de mercado recogidas por FactSet, y se apoya en una recomendación de compra. Esta previsión alcista en las ganancias de la compañía se ve respaldada por la revalorización del precio del barril de Brent, que desde el martes pasado se ha incrementado un 2,2 por ciento, hasta superar los 56 dólares. Las acciones de Shell retroceden en torno a un 10 por ciento en lo que llevamos de año, algo que ha impulsado al alza su rentabilidad por dividendo, que ya alcanza el 6,5 por ciento y se convierte así en el segundo mejor pago del Eco30 -la compañía ha retribuido a sus inversores con 1,25 euros por acción en 2017 y aún queda un pago pendiente en noviembre-. El tercero del sector Entre las petroleras con mayor capitalización, Shell ofrece la tercera rentabilidad por dividendo más elevada del sector, sólo por detrás de la rusa Lukoil, que también pierde cerca de un 9 por ciento desde enero. En cambio, entre las firmas europeas, la británica es la que recompensará mejor a sus inversores en 2017, por delante de BP y Eni. Otro de los atractivos de la compañía es que cuenta con un PER (número de veces que el beneficio está incluido en el precio de la acción) de 17 veces, muy por debajo de la media del sector (33 veces). Asimismo, su nivel de apalancamiento es inferior a la media sectorial, con una relación entre la deuda y el beneficio de explotación de 1,3 veces frente a 2,1 veces. Si los títulos de la petrolera todavía tienen un recorrido alcista cercano al 8 por ciento, las compañías con mayor potencial después de las caídas más pronunciadas del sector en el año son Halliburton, que aún puede ganar un 23 por ciento, y la China Petroleum and Chemicals, que aún podría revalorizarse un 27 por ciento.