El alza del 9,2% de la moneda única frente al dólar ha penalizado a las empresas más exportadoras Que el comportamiento de las divisas perturba el buen hacer de las principales bolsas del mundo es algo evidente. "Los repuntes en la cotización de las divisas afectan negativamente a la competitividad exterior de los países", afirma Álvaro Manteca González, responsable de estrategias de inversión de Banca Privada en BBVA, que añade que este fenómeno "puede lastrar el comportamiento de los sectores más exportadores". Algo que corroboran desde Banco Sabadell. "Un euro en máximos lastra a las bolsas europeas, sobre todo a los índices core y a los sectores con mayor exposición fuera del euro", afirman en el departamento de análisis de la compañía. Y esto se está dejando notar en los principales mercados de renta variable en Europa. Al calor de un euro que no ha hecho más que repuntar frente al dólar estadounidense y frente a sus divisas más negociadas del mundo desde mayo -la divisa única ya se revaloriza un 9,2 por ciento frente al billete verde en ese periodo-, el EuroStoxx 50 se ha dejado cerca de un 8 por ciento. La capitalización de las cotizadas en este selectivo se ha visto reducida en casi 225.000 millones de euros en ese periodo de tiempo. El principal selectivo europeo llegó a situarse durante la última jornada muy por debajo del soporte que presentaba en los 3.400 puntos. No obstante, la caída se suavizó al cierre y "el EuroStoxx 50 en su versión total return todavía mantiene abierto el hueco de Macron", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. Pese a que los soportes han logrado mantenerse en pie, la bolsa europea se enfrenta a la fortaleza esbozada por los analistas para la moneda única, pendiente de las palabras de Mario Draghi, presidente del BCE, el 7 de septiembre. "El euro sigue arrollando", afirman desde Monex, desde donde ven en los últimos datos macroeconómicos publicados en Europa un apoyo importante para la divisa europea. Las empresas más afectadas "El índice de confianza del consumidor GFK publicado ayer, superó las expectativas y continúa reflejando un aumento de confianza", explican los mismos expertos. Y en la misma línea se pronuncian desde Afex: "La confianza en el mercado de trabajo y el elevado crecimiento de los salarios reales en los últimos años han permitido que la confianza de los consumidores alemanes se mantenga en el nivel más alto en 15 años". En este contexto, las firmas de la eurozona que más beneficios repatrían a su país desde EEUU son quienes lo están pasándolo peor en el mercado de renta variable ante las expectativas alcistas de los expertos con el cambio entre la divisa única y el dólar estadounidense. Es el caso de Royal Ahold, Siemens o BMW que han visto cómo sus acciones se colaban entre las más bajistas del EuroStoxx desde que este índice alcanzó sus máximos del ejercicio a principios de mayo. No es de extrañar si se tiene en cuenta que, en el caso de la empresa de distribución holandesa -perjudicada también por la amenaza que supone para su sector la entrada de Google en el negocio de la alimentación en tiendas físicas-, los beneficios procedentes de EEUU rondan el 60 por ciento. En este sentido, Siemens es otra de las firmas más perjudicadas. Desde los máximos anuales del EuroStoxx ha retrocedido más de un 15 por ciento en el mercado bursátil, algo que ha generado una pérdida de capitalización cercana a los 20.000 millones de euros para una compañía que registra un 22 por ciento de sus beneficios de EEUU. Menos exposición al país norteamericano tiene BMW. El peso de las ganancias procedentes de allí en su cuenta de resultados ronda el 16 por ciento. Sin embargo, esta cifra ha sido suficiente como para que los analistas hayan reducido sus estimaciones de ganancias netas de cara a 2017 en un 4 por ciento desde mayo y en un 2 por ciento para 2018. Y en la misma situación se encuentra ASML, cuyas estimaciones de ganancias se han visto mermadas en un 5 y un 7 por ciento de cara a 2017 y 2018, respectivamente. Sin embargo, no son las únicas. "Más o menos, cerca de un 45 por ciento de los beneficios corporativos europeos proceden de fuera de la zona euro", aseguran desde Credit Suisse (ver apoyo).