El selectivo español cedió un 0,57% y se aproxima al suelo del 'Canal de Macron', situado en los 10.250 puntos básicosLos bajistas se volvieron a imponer en la sesión de ayer en toda Europa, llevando a los principales índices del Viejo Continente a aproximarse a sus respectivas zonas de soportes. El Ibex 35, de referencia en España, cerró la sesión con una caída del 0,57 por ciento, situándose en los 10.285,9 puntos básicos, el mínimo desde el pasado 11 de agosto y siendo su comportamiento el peor de entre las grandes plazas del continente. "Los principales indicadores del Viejo Continente siguen manteniéndose por encima del soporte fundamental que presentan la base del Canal de Macron y esto es lo único positivo que podemos ver en un mercado que hasta el momento se está mostrando muy reacio a formar un rebote en condiciones que sirva como germen de una posible reanudación de la tendencia alcista principal", explica Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader. En el caso del Ibex, este suelo se forma en el rango de los 10.200-10.250 puntos, del cual ya sólo lo aleja un 0,35 por ciento de caída. "La cesión de estos soportes abriría la puerta a una posible profundización de la consolidación de los últimos tres meses de al menos hasta los 9.800 enteros, es decir, supondría una caída adicional del 4,4 por ciento", avisa el experto. "Para que se aleje este riesgo bajista", continúa Cabrero, "es preciso que los índices superen los máximos que marcaron la semana pasada, que en el Ibex 35 se establecieron en los 10.445 puntos", concluye. El rojo fue el color predominante en la sesión, ya que tiñó los movimientos de la gran mayoría de los valores del índice, salvo cuatro: Gamesa, Colonial, Mediaset y Cellnex. Los descensos los encabezó ACS, que sigue siendo castigada por los rumores de que está ultimando una contraoferta por Abertis. A la firma presidida por Florentino Pérez le siguieron Grifols, Viscofan e Inditex, las cuales pagaron su exposición al dólar. Avanza un 13,9% en el año Si en Jackson Hole el objetivo de Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal (Fed), y de Mario Draghi, su homólogo en el Banco Central Europeo (BCE), era pelear por la debilidad de sus correspondientes divisas, la estadounidense ha salido claramente ganadora. Este lunes, el euro llegó a subir casi un 0,5 por ciento y marcó un nuevo máximo anual en su cruce con el billete verde al quedarse cerca de los 1,20 dólares, nivel al que la moneda común no se intercambiaba desde enero de 2015. Desde los mínimos de diciembre, la revalorización del euro es ya del 15 por ciento. La falta de noticias sobre nuevas subidas de tipos en EEUU -Yellen no dio ninguna pista nueva en Jackson Hole la pasada semana- y la incertidumbre que podría desencadenar la implantación del techo de gasto ante la falta de apoyos de Donald Trump agravan la debilidad del dólar. En Europa, la cita clave para la divisa es la reunión que el BCE mantendrá el próximo 7 de septiembre, tras la que Draghi podría concretar el calendario del proceso de normalización de la política monetaria y apuntar hacia una subida de los tipos de interés. Actualmente, los analistas retrasan un incremento del precio oficial del dinero hasta principios de 2019.