La constructora fue el foco de atención del mercado, en una jornada en la que el Ibex 35 volvió a pulverizar su máximo histórico. Sacyr fue uno de los que más ayudó al índice a lograr esta marca, ya que se anotó una subida del 4,59 por ciento, para cerrar en 41 euros.El grupo presidido por Luis del Rivero tiene múltiples frentes abiertos. Los tambores de la concentración empresarial volvieron a sonar y dieron al valor el empujón que necesitaba para superar los 40 euros. Se dice que Sacyr y ACS podrían llegar a fusionarse, aunque no ha habido comentarios de ninguna de las dos compañías al respecto.Además, el mercado está expectante ante la oportunidad que tiene Sacyr, junto con las cajas vascas, de elevar su oferta por Europistas a sobre cerrado el próximo lunes.Entre todas las noticias positivas, se cuela una que no lo es tanto. El pasado miércoles el parlamento italiano aprobó la detención del proyecto para construir un puente en el estrecho de Messina. Este proyecto, con un coste de 3.900 millones de euros, está adjudicado a un consorcio en el que Sacyr tiene un peso del 19 por ciento. Esta concesión hubiera supuesto para la compañía unos ingresos de 730 millones de euros en 6 años. Sin embargo, no todo está perdido, porque en el mismo contrato figuran cláusulas de indemnización en el caso de que la obra fuera paralizada, como finalmente ha sucedido.Lo más negativo es la etapa de asfixia de liquidez en bolsa que atraviesa la constructora, provocada por un free float -capital que circula libremente en el mercado- muy reducido y la existencia de accionistas con grandes participaciones que no están dispuestos a reducirlas.Al margen de todo ésto, Sacyr pagará, a partir de hoy, un dividendo bruto de 0,105 euros por acción, con cargo al ejercicio de 2006.