Los últimos días han servido para que el sector bancario europeo haya proseguido con la consolidación/limpieza de entidades que tienen que desaparecer. Cuestión de las fuerzas de la evolución. Sin embargo, a diferencia de lo que ha ocurrido aquí, aún quedan vestigios de la "antigua" Europa, la que utiliza el dinero público (el que alguno de por ahí dice que no es de nadie) para salvar al Monte dei Paschi de turno. Pero quedémonos con lo bueno. En Alemania, el dato de producción industrial viene a demostrar que la locomotora de Europa no pierde el empuje. Por su parte, el comercio chino mejora su demanda global e interna.