No se esperaban movimientos en la reunión mantenida este jueves en el seno del BCE. Incluso pese a lo mucho que algunos agentes del mercado insisten en la necesidad de comenzar inmediatamente con la normalización monetaria, Mario Draghi no anunció modificación alguna. Hay que fijarse, sin embargo, en los pequeños detalles de su discurso, en el que si bien seguía refrendando su compromiso con los tipos bajos y el volumen de compras hasta diciembre, desaparecía la posibilidad de recortes adicionales en el precio del dinero. Las expectativas de inflación y crecimiento fueron rebajadas a un 1,5 y 1,6 por ciento para 2019.