Al ver los resultados obtenidos por los activos de riesgo a lo largo de los últimos meses, queda pensar dónde se ha metido el riesgo político del que tanto se ha hablado. Porque no se trata sólo de hasta qué punto hemos llegado, sino el camino, en el que la volatilidad ha ido cayendo a mínimos. Y todo gracias no a que tal o cual haya ganado las elecciones, sino a que la mezcla de macro y micro lo ha soportado y permitido. Es por esto por lo que se pueden producir episodios puntuales de miedo como cuando uno observa que Theresa May está mostrando, según las encuestas eso sí, el manual de cómo enterrar una ventaja electoral en tiempo récord.