El recorte 'de facto' de la OPEP situó ayer al crudo cerca de los 60 dólaresMadrid. Chevron y sus socios hicieron públicos los primeros resultados de sus trabajos en el Golfo Pérsico a principios de septiembre. Para entonces, el petróleo, que a comienzos de agosto había amenazado con rebasar la cota de los 80 dólares, ya había comenzado a desinflarse. De hecho, cotizaba entre los 67 y los 68 dólares por barril a ambos lados del Atlántico. Pero el declive no se paró ahí. De hecho, el crudo no ha detenido su descenso en el último mes. En concreto, el barril West Texas Intermediate (WTI), de referencia en Estados Unidos, ha caído un 10 por ciento más, hasta los 60 dólares, aunque la semana pasada llegó a cotizar por debajo de los 59 dólares por barril. En Europa, el barril Brent ha bajado otro 8,5 por ciento en el último mes, hasta los 60,5 dólares. ¿Ha sido una coincidencia que estos retrocesos adicionales se hayan producido tras conocerse los resultados de los trabajos de Chevron, Devon y Statoil en el Golfo de México, o es que el mercado cree realmente que el descubrimiento es realmente excepcional y que contribuirá a frenar los precios en el futuro?Entorno bajistaPara los expertos, mientras las petroleras no confirmen realmente la importancia de los hallazgos, su impacto en el mercado pertenece al terreno de las conjeturas. "Es una posibilidad, pero no sé decir si lo explica", asegura un operador del mercado. En cambio, lo que sí creen es que, por el momento, el petróleo ha mudado la fortaleza de los cinco últimos años por una debilidad que había caído en el olvido. En este sentido, subrayan la importancia que pueden tener los precios del crudo como indicador adelantado del ciclo económico. Así, la contención de la cotización del oro negro comenzó en el mismo momento en que la Reserva Federal (Fed) detuvo el proceso de subidas de los tipos de interés en Estados Unidos. Implícitamente, esa decisión ya dejaba entrever una idea que los datos posteriores han confirmado: que la economía norteamericana está reduciendo su ritmo. Si se tiene en cuenta que Estados Unidos continúa siendo el principal consumidor de petróleo del mundo, con una cuarta parte de la demanda total de petróleo, una moderación del crecimiento implicará una reducción de la demanda de crudo, con el consiguiente impacto bajista sobre los precios. Retirada especulativaEstas expectativas motivaron que los inversores institucionales comenzaran a deshacer posiciones, algo que tuvo un claro efecto en la cotización. No en vano, y como indica José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, "los fondos de pensiones, hedge funds -o fondos de inversión libres o de cobertura- y bancos de inversión han visto en estos mercados una buena oportunidad de incrementar la rentabilidad de sus inversiones", por lo que su retirada ha sido interpretada en el mercado como un síntoma de desconfianza y, por lo tanto, como una señal de venta. A estos elementos se han sumado dos más, la benigna temporada de huracanes y la positiva evolución de las tensiones diplomáticas con Irán, que han contribuido a relajar los temores que alimentaba el crudo. Para tratar de frenar la inercia bajista del petróleo en los dos últimos meses, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha acordado recortar la producción en un millón de barriles al día. Aunque la decisión aún no posee un carácter oficial, los mercados sí creen que el cártel, que produce un 40 por ciento del petróleo mundial, llevará a cabo dicha reducción, de ahí que la cotización del crudo rebasara ayer de nuevo los 60 dólares a ambos lados del Atlántico.