Nueva York. Si la semana pasada John Thain, consejero delegado de la New York Stock Exchange vaticinaba un futuro de fusiones entre los principales índices mundiales, parece que la Deutsche Boerse no quiere quedarse para vestir santos en esta nueva alineación mundial en caso de que sus tentativas de hermanarse con la francesa Euronext caigan en saco roto. Con este panorama no sorprende que el Wall Street Journal publicara el fin de semana que la alemana podría estar tirando los tejos a la Chicago Mercantil Exchange (CME), padre del índice de futuros más grande de Estados Unidos. Aún así, según daba a entender el Wall Street, ésta no deja de ser una opción "secundaría" en el caso que la Deutsche Boerse no consiga confraternizar con su rival Euronext, que fue el objeto de deseo de la London Stock Exchange antes de convertirse en carne de cañón para la NYSE y la Boerse. Parece que la estadounidense ha sido la más convincente y se espera que la fusión entre la NYSE y Euronext se consume durante el primer trimestre de 2007 dando lugar a a una plataforma en la que cotizarán 80 de las 100 mayores empresas del mundo y que ofrecerá un sin fin de productos a los inversores.Lo cierto es que la semana pasada también se daba a conocer un informe de un influyente lobby francés que abogaba por una alianza a tres bandas entre la alemana, la francesa y la estadounidense. En un primer paso se recomienda que Euronext se haga con las riendas de la Boerse a cambio del 15 o 20 por ciento de participación en el gran grupo europeo. Gracias a esta unión, el Euronext estaría en igualdad de condiciones para fusionarse con la NYSE.