El anuncio de la presidenta de la Fed llevó la rentabilidad del bono al 2,5%La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, optó ayer en su comparecencia ante el Comité Bancario del Senado, por mudar completamente su plumaje de paloma, como se conoce a los que apoyan una política monetaria laxa, para desvelar una agudeza más característica de un halcón. La primera cuchillada llegó cuando la máxima funcionaria del banco central estadounidense aseguró a los legisladores allí presentes que sería "imprudente" esperar demasiado para acomodar los tipos a las nuevas circunstancias económicas. Unas palabras que resonaron más allá del Capitolio, dejándose notar en la renta variable, que repuntó tras un comatoso comienzo de sesión, y sobre todo en el mercado de bonos, con el Treasury a 10 años escalando a una rentabilidad del 2,5 por ciento o la deuda a 2 años disparándose hasta el 1,25 por ciento. Con una inflación que continúa su ascenso y un mercado laboral bastante saneado, la guardiana que vela por el pleno empleo y por mantener los precios a raya en el 2 por ciento atacó por segunda vez, al incidir que sería apropiado considerar una subida de tipos "en las próximas reuniones", en referencia a las comitivas del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), el órgano encargado de dictar el rumbo monetario. Un hecho que propios y extraños interpretaron como una posibilidad de que la Fed opte por subir los tipos tan pronto como el próximo 15 de marzo, cuando culmine su próximo encuentro de dos días. Una lectura que coincide con la de otros funcionarios con derecho a voto, como el presidente de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, quien la semana pasada incidió en que marzo "sigue estando sobre la mesa" para elevar los tipos hasta el rango del 0,75 por ciento y el 1 por ciento. Sin embargo, otros como Neel Kashkari, su homólogo en la Fed de Cleveland y también con poder de decisión este año en el FOMC, señalan que "si debemos errar, es mejor errar siendo más acomodaticios que restrictivos". De momento, los futuros sobre posibles cambios en la política monetaria mostraron variaciones, pero el mercado aún no descuenta en su mayoría una subida de 25 puntos básicos el 15 de marzo. Lo que parece claro es que los operadores asumen ya subidas en las reuniones de junio y septiembre, con la posibilidad de dos subidas adicionales en cartera. Estas dependerán en buena parte del impacto que tengan las políticas económicas del presidente Donald Trump. Al ser preguntada por el senador republicano, Bob Corkers, sobre si la Fed tiene en cuenta la posibilidad de una reforma tributaria, un marco regulatorio laxo y una inversión en infraestructuras, Yellen lanzó un velado ataque contra la nueva administración. "Reconocemos que puede haber cambios de política económica significativos y somos muy conscientes de ello, pero no tenemos todavía claridad sobre los mismos", dijo. "No basamos nuestra política actual en la especulación de lo que puede ocurrir más adelante", añadió. Cambios en la institución El tono algo más arisco de Yellen llega en un momento en que el consejo de gobierno de la Fed contará a partir de abril con tres vacantes que pueden ser suplidas por Trump, quien aprovechará dichos nombramientos para vigilar de cerca los movimientos de la principal capitana del banco central. El periplo de Yellen como presidenta de la Fed expirará en febrero de 2018 y el inquilino de la Casa Blanca ya ha avisado en varias ocasiones que no tiene intención de renovarla en el cargo. Stanley Fischer, el vicegobernador de la Reserva Federal, culminará su mandato en junio de 2018, por lo que la administración Trump puede potencialmente nombrar a cinco funcionarios en el banco central.