El mercado compra que el presidente está creando un clima favorable para la inversión en EEUUJP Morgan y Goldman Sachs lideran el índice desde la victoria republicana, al subir casi un 30% La Bolsa de Nueva York se convirtió ayer en una verdadera fiesta. Con el eco de su campana todavía zumbando a pie de parqué y los directivos de Triangle Capital Corporation celebrando su décimo aniversario en el balcón, el Dow Jones consiguió romper la histórica marca de los 20.000 puntos. Un número redondo que consagra la momentánea confianza de los inversores y operadores americanos en su nuevo presidente, Donald Trump. “Es un claro respaldo a lo que está sucediendo en Washington”, explicaba a elEconomista, Peter Tuchman, director de operaciones de Quattro Securities, quien, enfundado en su gorra bordada con la idolatrada cifra, señaló que la Administración Trump “es una carta arriesgada”. Aún así, su clara apuesta por las medidas que impulsarán el crecimiento económico, con las cacareadas rebajas de impuestos e inversiones en infraestructuras, siguen surtiendo efecto entre los principales indicadores bursátiles. No lejos del puesto de operaciones de Tuchman, Ken Polcari, director de O´Neil Securities, echaba la vista atrás y recordaba aquel 12 de agosto de 1982, con sólo 21 años, cuando el Dow Jones cerró por primera vez en los 1.000 puntos. “Aquello sí que fue emocionante”, reconoce. Sin embargo, observando los niveles actuales y el récord alcanzado nada más comenzar la jornada, destacó cómo el presidente Trump “no está tomando prisioneros”, es decir, está siendo agresivo y no amedrentándose a la hora de fijar sus objetivos. “En lugar de fijarnos en el unilateralismo y el espíritu proteccionista que ha ensombrecido las últimas semanas, toda la atención ha virado a los resultados empresariales y a las futuras obras de infraestructura, con la reapertura de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access en mente”, asegura. Un renovado optimismo que ya experimentamos durante la resaca electoral y que desde el pasado 8 de noviembre ha engordado al Dow Jones, compuesto por 30 valores representativos de la economía estadounidense, en casi 1.800 puntos. El propio inquilino de la Casa Blanca quiso sumarse a la celebración a través de un tuit donde se limitó a decir: “Genial #Dow20K”. Un guiño del mandatario a un mercado al que “le está gustando lo que está haciendo hasta ahora”, reitera a este periódico Jason Blatt, director de operaciones de Deep Value. “Vamos a poner a prueba este nivel en varias ocasiones”, avisa, aventurando que si en las próximas semanas el presidente contradice al mercado “podríamos ver una renovada tendencia a la baja”. “En general me siento muy animado por lo que he visto hasta ahora y, por eso, creo que mantendremos este nivel durante un tiempo”, añade. Proteccionismo por ver “Todavía tenemos mucho camino por delante”. “Hemos visto un ascenso bastante rápido. Ahora estamos recibiendo un impulso con los resultados corporativos y tenemos varios catalizadores actuando de forma conjunta”, dice Tuchman al mismo tiempo que pone de manifiesto que ahora sólo hay dos opciones: “Acomodarnos en este nivel y continuar subiendo o caer completamente”. Una situación de la que ya advirtió Seth J. Masters, director de inversión de Bernstein Global Wealth Management, a este periódico al considerar que una vez superados los 20.000, el Dow “subirá y bajará de este nivel durante bastante tiempo”. Masters fue uno de los primeros expertos en comenzar a hablar de esta histórica marca hace ya más de cuatro años. El Dow Jones, cuyo nacimiento se remonta hasta 1896, conquistó ayer por primera vez los 20.000 puntos, tres años después de que tocara por primera vez los 15.000 enteros y tras llegar a los 10.000 en 1999. El 22 de noviembre pasado superó por primera vez los 19.000 puntos. De momento, y sin ser aguafiestas, el alza experimentada por el indicador desde el pasado noviembre ha estado impulsada por el sector financiero, especialmente Goldman Sachs y JPMorgan, que repre- sentan un 20 por ciento de la rentabilidad acumulada. Los dos bancos se han visto impulsados por las expectativas de un repunte de la inflación y un incremento en los tipos de interés. Durante la jornada, el avance del Dow estuvo liderado por la subida del 2,3 por ciento de Boeing tras la publicación de sus resultados y del alza de 0,7 por ciento de Goldman Sachs, donde han militado algunos de los miembros clave de la Administración Trump, como Gary Cohn, presidente del Consejo Económico Nacional, o el próximo secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, una vez sea confirmado por el Senado. En la sesión, el S&P y el Nasdaq también alcanzaron máximos y el equipo de marketing de la Bolsa de Nueva York se quedó sin las codiciadas gorras que marcaron una jornada histórica que para los más agoreros es un síntoma más de que la renta variable americana está demasiado cara y acabará por desinflarse.