Como el ‘holding’, aprovechan la venta de Arle Capital para comprar títulosLas acciones de Parques Reunidos arrancaron el año con más movimiento de lo habitual, al desprenderse Arle Capital, el accionista con mayor participación, de un 10 por ciento de la compañía. Esta salida permitió que Corporación Financiera Alba incrementase su posición -ya controla un 14,8 por ciento-, pero no es el único inversor que ha comprado con vocación de permanencia. Otros fondos, en su mayoría extranjeros, han entrado en el capital con carácter de largo plazo, según confirman fuentes del grupo de parques de ocio. De momento, solo Artemis ha declarado un aumento de su participación en los últimos días en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), pero si la vocación de los nuevos fondos también es de largo plazo no es decartable que algún otro alcance una posición significativa en la empresa. Al tratarse de un fondo de capital riesgo, lo que sí esperan desde la compañía es que Arle continúe desinvirtiendo, ya que su propia naturaleza implica no estar en una empresa de por vida, aunque estas fuentes aseguran que, de producirse, sería de una manera ordenada. El interés de otros grandes inversores institucionales llega después de que Parques Reunidos emprendiera un road show por las grandes ciudades de Europa y Estados Unidos para explicar los resultados de su ejercicio 2016, cerrado a fecha de septiembre. En estos encuentros la compañía se habría centrado en sus planes de crecimiento. Más crecimiento Los pilares básicos que sustentarán su estrategia en los próximos años pasan por contratos de gestión, centros de ocio en calles principales de ciudades, adquisiciones, expansión en parques ya existentes y establecimientos en centros comerciales. En esta última parte, la compañía ha encontrado un nicho de mercado con potencial que otras firmas del sector no están explotando. Hasta la fecha, Parques Reunidos tiene firmados cinco contratos (dos en Madrid y uno en Murcia, Londres y Lisboa) para establecer instalaciones en centros comerciales y cuenta con otros 20 proyectos en cartera en Europa. Además, ha puesto en marcha un equipo para arrancar este negocio en EEUU y el resto del mundo. Fuentes de la empresa explican que tanto el potencial como la demanda son enormes. Pero si algo diferencia al actual gestor de establecimientos de ocio tan conocidos como el Parque de Atracciones de Madrid o el Parque Warner con el que excluyó de bolsa el capital riesgo en 2004 es que ha pasado de ser una firma solo nacional a estar presente en 14 países, con más de 60 parques. Y la aventura no acabará aquí. El grupo está interesado en crecer en otras áreas como Asia, Oriente Medio o Latinoamérica. Vietnam, Indonesia, Malasia, Corea, Japón e India son algunos de los países que despiertan más interés para el gestor. La idea en este caso es acercarse de la mano de algún socio local, aunque no descartan realizar inversiones a futuro. A finales de este mismo mes arrancará un parque gestionado por la firma en Vietnam. Cotiza con descuento La venta de Arle Capital el pasado 5 de enero coincidió con un momento en el que la acción había recuperado los 15,5 euros, el precio al que realizó su OPV el pasado abril. Al vender con un 7 por ciento de descuento, cedió hasta tocar los 14,6 euros, pero, tras las caídas, el título acabó el viernes al borde de los 15 euros, al subir un 2,4 por ciento. Los analistas que siguen el valor recomiendan comprar y coinciden en el descuento que ofrece. “Parques Reunidos está infravalorada en términos absolutos y frente a sus comparables (por encima del 20 por ciento de descuento en EV/ebitda)”, sostiene en un informe Banco Santander. Parques Reunidos cotiza ahora con un descuento del 23 por ciento frente a otras firmas del sector según el múltiplo EV/ebitda previsto por el consenso de mercado que recoge FactSet, es decir, la relación entre el valor de la compañía -incluyendo la deuda- y el beneficio bruto esperado para este año (ver gráfico). En cuanto al dividendo, Parques mantiene su compromiso de repartir entre un 20 por ciento y un 30 por ciento del beneficio neto, en principio, en un pago único al año. Con el de 2016, abonará cerca de 20 millones de euros, que supondrán en torno a un 1,7 por ciento de rentabilidad.