El índice estadounidense alcanza el punto más alto en 110 años tras cerrar ayer en los 11.727,34 puntosmadrid. Charles Dow y Eddie Jones estarían orgullosos de su chico. El índice bursátil que debe su nombre al apellido de ambos pioneros de la información financiera, el Dow Jones, alcanzó ayer su punto más alto en los 110 años de historia que le contemplan. El indicador estadounidense, que sin lugar a dudas es el más famoso del mundo, marcó un nuevo récord al cierre en los 11.727,34 puntos, con lo que, al igual que hizo el Ibex 35 español el 27 de septiembre, dejó anticuada la plusmarca lograda en los tiempos de la burbuja tecnológica. En concreto, sus anteriores máximos databan del 14 de enero de 2000, cuando cerró en 11.722,98 puntos. Ayer se despidió de ellos gracias a un repunte del 0,49, aunque durante la sesión llegó a tocar los 11.758,9 puntos, que también supone el punto más elevado al que ha llegado nunca en el transcurso de una jornada. Tras este avance, su subida en lo que va de año crece hasta el 9,42 por ciento. Si mantiene este ritmo hasta final de 2006, el Dow Jones podría vivir su mejor ejercicio desde 2003, cuando se revalorizó un 25,3 por ciento. Empujón del crudoDe este modo, el índice dio el paso definitivo tras una semana en la que ya venía mostrando sus intenciones. Para ello, el Dow Jones recibió la inestimable ayuda del petróleo. El barril WTI, que es el que se toma como referencia en Estados Unidos, terminó ayer por debajo de los 59 dólares, con lo que se situó en los niveles más bajos desde febrero -ver página 22-. La moderación de los precios del crudo es celebrada en Wall Street por varios motivos. Por un lado, un petróleo más barato suavizará la ralentización del crecimiento norteamericano, que ya ha dado claras muestras de desaceleración en el último trimestre. Por otro, la contención del crudo relaja las tensiones inflacionistas en Estados Unidos, para alivio de una Reserva Federal (Fed) que ya detuvo el repunte de los tipos de interés el pasado 8 de agosto. Ese día, los mantuvo en el 5,25 por ciento en el que aún siguen ahora. Casi dos meses después, esa decisión se ha revelado fundamental para apoyar la vitalidad del Dow Jones. Desde que la Fed detuvo la subida de los tipos, el índice norteamericano ha sumado un 4,64 por ciento. Mejores condicionesSin embargo, el camino del indicador hacia su nuevo récord comenzó mucho antes. Tras tocar suelo en los 7.286,27 puntos el 9 de octubre de 2002, el Dow empezó a dibujar una recuperación que no se consolidó hasta la primavera de 2003. Meses después, cuando el crecimiento norteamericano se disparó un 7,5 por ciento interanual en el tercer trimestre, su mayor ritmo desde 1984, los parqués se llenaron de compras, ya que no esperaban una mejoría tan fuerte de la economía estadounidense. Para las empresas, la reactivación del crecimiento supuso igualmente una gran noticia. Después de la convulsión que provocaron los escándalos contables de Enron o WorldCom, el incremento del consumo privado, que es el pilar fundamental de la economía norteamericana, aumentó la facturación y los beneficios corporativos. De hecho, los resultados de las empresas estadounidenses acumulan ya diecisiete trimestres consecutivos creciendo más de un 10 por ciento.Este hecho permite que, además, los máximos registrados ayer por el Dow Jones sean más saludables que los de hace seis años y diez meses. En enero de 2000, el PER (la relación entre el precio que se paga por las acciones y los beneficios empresariales) del índice ascendía a 25,5 veces. Actualmente, no alcanza las 14,5 veces, una cifra que demuestra que el indicador cotiza a unos niveles más baratos que en los tiempos de la euforia de finales del siglo XX. Las firmas de inversión también lo entienden así, puesto que, según los precios objetivos que conceden a las treinta compañías que integran el Dow Jones, el indicador cuenta con un potencial alcista del 9 por ciento.