Según el indicador de precios de bienes inmuebles residenciales del BCE, el precio de la vivienda en la Unión Europea ha aumentado un 3 por ciento en el segundo trimestre de 2016. Los bajos tipos de interés y las medidas de expansión monetaria cuantitativa han reducido el coste de la deuda a lo largo del Viejo Continente, lo que genera dudas en cuanto a un posible sobrecalentamiento del mercado inmobiliario. La autoridad monetaria asegura que no hay signos y que las valoraciones se encuentran en línea con los fundamentales. Sin embargo, reconocen que los datos agregados pueden enmascarar desequilibrios a nivel regional.