El mercado descuenta que el alza de tipos llegará en la próxima reuniónLa penúltima reunión del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal estuvo caracterizada por la falta de expectativas. Con las elecciones presidenciales a tan sólo seis días, cualquier movimiento por parte de su presidenta Janet Yellen y el resto de altos funcionarios del banco central estadounidense podría haberse interpretado como un intento de politizar una decisión que se mantiene sin cambios desde diciembre del año pasado, cuando se procedió a la primera subida de tipos en casi una década. Aún así, el comunicado emitido al término del encuentro ofreció detalles interesantes, que no deben pasarse por alto. De hecho, los mercados no lo hicieron, con el Dow Jones borrando cerca de 100 puntos nada más conocerse la decisión de mantener los tipos de interés entre el 0,25 por ciento y el 0,5 por ciento. Por su parte, el dólar llegó a equilibrar las pérdidas registradas previamente, en un momento en que la incertidumbre sobre quién ocupará la Casa Blanca ha obnubilado momentáneamente el rumbo que tomará la política monetaria en el país durante los próximos meses. La división en el Comité del banco central estadounidense entre halcones, aquellos que apuestan por endurecer la política monetaria, y palomas, los que respaldan un contexto acomodaticio, se redujo frente a la reunión del pasado 21 de septiembre. Por aquel entonces, Esther George, presidenta de la Fed de Kansas City, Loretta Mester, su homóloga en la Fed de Cleveland y Eric Rosengreen, el capitán del banco central regional de Boston, apostaron por apoyar una subida de tipos que llegó a materializarse. En esta última ocasión, sólo George y Mester consideraron que la economía de EEUU, que creció en el tercer trimestre un 2,9 por ciento, está lista para soportar una vuelta de tuerca para encarecer mínimamente el precio del dinero. No tan evidente como lo fue en la comitiva previa a la subida de tipos que se llevó a cabo el 16 de diciembre de 2015, Yellen y los nueve altos funcionarios con derecho a voto dentro del FOMC guiñaron el ojo al mercado al telegrafiar, lingüísticamente hablando, que el banco central espera una subida de 25 puntos básicos el próximo 14 de diciembre. La Fed señaló que la inflación “ha aumentado” desde principios de este año, pero sigue estando por debajo de su objetivo del 2 por ciento. Aún así, se espera que la senda ascendente hacia dicha meta se alcance a medio plazo a medida que los efectos transitorios de la caída del crudo y los precios de las importaciones se disipan y el mercado laboral se fortalece aún más. Al mismo tiempo matizaron que la inflación salarial “se ha movido al alza” pero sigue siendo baja. Otros aspectos, como el gasto de los consumidores, “han crecido moderadamente” sin embargo las inversiones fijas de las empresas “siguen siendo débiles”. Pero, en general, el FOMC sólo necesita “alguna evidencia adicional” antes de volver a subir los tipos de interés de los fondos federales. “El Comité considera que el caso para un aumento en las tasas ha seguido fortaleciéndose, pero decidió, por el momento, esperar alguna evidencia adicional de progreso hacia sus objetivos”, justificó el documento. Un mensaje implícito, donde los funcionarios añadieron el término “alguno” con respecto al texto de finales de septiembre y que se notó inmediatamente en las expectativas de los inversores. Según el indicador FedWatch que elabora la Bolsa Mercantil de Chicago (CME por sus siglas en inglés), el 71,5 por ciento de los operadores considera que los tipos terminarán el año entre el 0,50 por ciento y el 0,75 por ciento, lo que implica una subida en la última reunión del año. Este porcentaje subió desde el 68,2 por ciento registrado horas antes de conocer la decisión de la Fed.