Finlandia se une al ‘club’ de países con toda su deuda en negativo hasta el plazo de 10 añosLa renovada preocupación sobre la banca del Viejo Continente llevó a los inversores a refugiarse en la deuda pública europea (a excepción de Italia y Portugal, donde hubo ventas) y americana. Las compras de bonos españoles a 10 años relajaron su rentabilidad por debajo del 0,9 por ciento, hasta el 0,898 por ciento, marcando un nuevo mínimo histórico. A pesar de las voces que alertan del peligro que supone ahora la renta fija, por su escaso recorrido, los inversores se lanzaron ayer a comprar deuda pública y a deshacer posiciones en la renta variable, castigada por las dudas sobre el sector financiero insufladas por Deutsche Bank. Compraron papel de países como Reino Unido, Francia, Suecia, Suiza, Holanda, Alemania o incluso Finlandia. Este último, además, pasó ayer a formar parte del club de países con toda su deuda en negativo hasta los diez años, ya que sus bonos a una década cerraron por primera vez en la historia por debajo del 0 por ciento, en el -0,09 por ciento. Hubo otro récord más, aparte de los de España y Finlandia. En Alemania, el interés del bono con vencimiento a dos años bajó aún más y marcó un nuevo mínimo sin precedentes en el -0,698 por ciento. En el plazo a diez años también se vieron compras y la rentabilidad del Bund, también en negativo, cayó al -0,139 por ciento, mínimos de julio. A pesar del inesperado rally en el mercado de deuda soberana, la preocupación sobre el futuro de la renta fija va más allá y, ayer mismo, el consejero delegado de Aberdeen AM, Martin Gilbert, alertó en una entrevista a Bloomberg de la “peligrosa situación” que se está produciendo en este mercado, dopado por los bancos centrales y en el que las compras del Banco de Inglaterra solo harán que “sus precios se incrementen aún más”. “No sé cuánto tiempo va a tardar: dos, tres o diez años, pero la burbuja de la renta fija va a estallar”, apuntaba también ayer uno de los responsables de un banco suizo en nuestro país. Es la incógnita que planea sobre el mercado en los últimos años y que cobra más actualidad que nunca ahora que se ve más cerca que la normalización de la política monetaria continúe en Estados Unidos -y eso, que el mercado ya no espera ninguna subida en los tipos de interés este año y la retrasa a febrero de 2017- (ver apoyo). Esa perspectiva no impidió, por otra parte, que las compras también alcanzasen al papel estadounidense. A pesar de los repuntes que su interés ha experimentado recientemente, después de que algunos bancos centrales como los de China o Japón, hayan deshecho posiciones, su rentabilidad volvió a relajarse ayer desde el 1,58 por ciento hasta el 1,56 por ciento.